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Los frailes dominicos podrían abandonar el Convento de San Vicente Ferrer de Manacor en el plazo de un año. La falta de vocaciones en el seno del estamento eclesiástico hace peligrar el futuro del convento de Manacor y a la orden dominica que se estableció en la ciudad desde hace centurias. El convento fue fundado en el año 1576 a raíz de la llegada de San Vicente Ferrer a la localidad en el siglo XV.

En la actualidad, las dependencias conventuales de Manacor únicamente están ocupadas por tres frailes, cuando en la época de esplendor de la orden dominica en el convento había más de diez religiosos. «Nuestro futuro es incierto. El carisma dominico ya no tiene sentido en Manacor», así de contundente se expresó el padre Braulio, superior del convento de Manacor.

El padre superior también ha manifestado: «Sólo quedamos tres frailes en la ciudad y tenemos que hacer lo posible para atender las peticiones del obispo, Teodoro Úbeda, quien nos encomendó la parroquia de Sant Pau, así como las iglesias de Calas de Mallorca y Son Macià, además de Sant Josep y el convento». Por todo ello, el superior de Manacor ha admitido que «ahora nuestros recursos son limitados y casi no tenemos tiempo material para dedicarnos a nuestra actividad apostólica, así como a la predicación».

El vicario general de la Diócesis, Andreu Genovard, en referencia a un posible abandono del convento por los frailes, ha declarado que «si a finales del presente curso, me comunican que los frailes de Manacor se marchan, no me sorprenderá en absoluto. Tengo conocimientos de que a principios de este año, el obispo y el provincial de la orden dominica en Aragón, mantuvieron conversaciones sobre este tema».