«Si se cierra el camping de Can Picafort nos quedamos sin ningún
lugar donde acampar legalmente». Son las palabras del presidente
del Camping Caravaning Club Mallorca, Toni Pujol, que protesta por
el hecho de que en la Isla sólo haya un lugar donde acampar
conforme a la ley.
El hecho de que el próximo día 31 el Càmping Platja Blava cierre
sus puertas por reformas les obligará a buscar otro lugar donde
aparcar sus caravanas. El presidente de los caravanistas de
Mallorca no quiere meterse en la polémica levantada por la
Conselleria de Turisme tras detectar plazas turísticas ilegales en
el cámping.
No obstante, aprovecha el cierre para manifestar una vieja
reivindicación, pues Pujol asegura que hace tiempo que pide una
cita con el conseller de Turisme, Celestí Alomar, para reivindicar
«si no más zonas de acampada, sí una autorización como entidad
social que permita llevar a cabo acampadas en determinadas zonas».
Pujol critica el hecho de que este tipo de turismo «no esté
catalogado» y se considere «d'espardenya».
Actualmente y hasta el próximo día 17, este club, que cuenta con
un total de 106 asociados, tiene sus caravanas instaladas en la
zona del Camping Platja Blava destinada a caravanas «movibles».
Cuando se marchen, les han dicho que «las caravanas que se
encuentran en el lugar de fijas, es decir que nunca se mueven,
ocuparán su lugar y en el de éstas se construirán nuevos
bungalows». Al parecer, las caravanas fijas podrán permanecer en el
camping aunque éste cierre.
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