Fachada de la Biblioteca Ramón Llull. | Pere Bota

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La Plaza del Tubo ha sido víctima de los grafitis desde tiempos inmemorables. Ahora, gracias al plan de choque que presentó el Ajuntament de Palma a principios de la legislatura, esta conocida plaza vuelva a estar limpia paulatinamente. Hace quince días, el alcalde, Jaime Martínez, exponía en esta ubicación el primer balance del plan de limpieza e infraestructuras. Lo hacía rodeado de pintadas vandálicas que, si bien no han desaparecido del todo, han disminuido considerablemente desde hace dos semanas.

Este sitio siempre ha sido un lugar de encuentro para los grafiteros. Con la puesta en marcha de este plan los artistas urbanos tendrán más problemas para expresar su arte, pues el modelo incluye más vigilancia y más contundencia con las sanciones.

Paredes lisas

La primera en recuperar su aspecto original ha sido la fachada de la Biblioteca Ramón Llull, que ahora luce impoluta. La semana pasada la pared del IES Joan Alcover presentaba una limpieza parcial, ya que en la parte superior, a la altura de las ventanas, aún quedaban grafitis y en la parte inferior los dibujos estaban deslucidos, pero aún se apreciaban. Sin embargo, este lunes las paredes ya estaban perfectamente pintadas del mismo tono que el edificio de en frente.

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La fachada del IES Joan Alcover hace 15 días.
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La fachada del EIS Joan Alcover este lunes.

Pese a que su aspecto ha mejorado considerablemente, al dar una vuelta por el lugar se tarda poco en descubrir que tan solo se han realizado acciones de limpieza en el interior de la plaza, pues en las otras fachadas de los dos edificios principales las pintadas persisten y son numerosas. En las paredes que dan a la calle de Llorenç Cerdà la situación no ha cambiado y en toda la parte baja, a la altura que es cómoda para pintar de pie, los grafitis se suceden uno tras otro, sin dejar ni un solo espacio libre. De hecho, incluso hay alrededor de las ventanas superiores, a las que es más complicado acceder. En la fachada que pertenece a la Escuela de Arte y Superior de Diseño de les Illes Balears, y que da a la misma vía antes mencionada, la situación es la misma: pintadas y más pintadas.

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La fachada del IES Joan Alcover que da a la calle Llorenç Cerdà.

Por otro lado, los elementos de dentro de la plaza continúan pintados como los bancos y las farolas, así como varias estructuras de madera situadas en el centro de la plaza. Todos estos inmuebles públicos siguen a la espera de su mano de pintura. Sin embargo, teniendo en cuenta la popularidad de esta plaza para los grafiteros, es razonable preguntarse cuánto tardarán en volver a parecer pintadas. Cabe recordar que en la primera fase del plan de choque, Cort ha limpiado más de 2.000 grafitis de la ciudad.