Los operarios iniciaron este miércoles el tapiado de las puertas laterales de Son Busquets. | Pere Bota -

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Ayer por la mañana se inició el tapiado de todas las puertas, excepto la principal, del recinto del cuartel de Son Busquets, propiedad del Entidad Estatal de Suelo (SEPES). Operarios de la empresa Urbia están llevando a cabo estas tareas que ya estaban previstas hace tiempo, ya que el SEPES llevó a cabo un concurso a final de año para sellar todas las entradas del antiguo cuartel, que acogerá más de 800 viviendas sociales.

Por la mañana, en la carretera de Valldemossa se pudo ver a los operarios que proseguirán sus labores en las siguientes puertas de acceso en los próximos días en toda la extensión de los muros. El presupuesto total de estas labores es de 12.810 euros, IVA aparte, y se adjudicó el pasado 13 de diciembre.

Los operarios iniciaron ayer el tapiado de las puertas laterales de Son Busquets

«Estamos contentos, es lo mejor que nos podía pasar», señaló Biel González del Valle, presidente de la Associació de Veïns de Cas Capiscol, la barriada en la que se ubica el recinto militar de Son Busquets. González del Valle se mostró satisfecho por el incremento de las medidas de seguridad en el recinto y advirtió que «llevamos más de veinticinco años luchando para que Son Busquets se convierta en un lugar con vivienda en el barrio».

Coordinación

González del Valle señaló que «nosotros vivimos enfrente de Son Busquets y cada vez que hemos visto una puerta lateral forzada, hemos dado aviso a la policía local», que a su vez advierte al SEPES de posibles incursiones.

Al cierre de todas las puertas, salvo la principal, se suma también la licitación de un nuevo contrato para la seguridad electrónica del recinto, con el fin de evitar la entrada de personal ajeno, así como la posible instalación de okupas. Este contrato público tiene un monto total de 82.000 euros y el plazo para presentar propuestas económicas finaliza el próximo 15 de enero.

El SEPES ha tomado esta determinación después de haber convocado varios concursos para el servicio de vigilancia privada del ámbito urbanístico, que quedaron desiertos hasta incluso en tres ocasiones pese a que se fueron incrementando los precios presupuestados.