Antonio Ruiz es el presidente de la Associació de Veïns del Passeig Marítim de Palma. | Jaume Morey

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Compraron algunos de los pisos con mejores vistas de Palma, parte de los residentes hace ya 50 años y otros más recientemente, pero lo que pensaban que sería un espacio ideal para el descanso y la vida diaria se convierte cada fin de semana en un mal sueño. Cansados de esperar soluciones que no llegan los residentes del Paseo Marítimo, crearon este verano la Associació de Veïns del Passeig Marítim de Palma que lucha para conseguir que el ocio nocturno eche el cierre a la una de la mañana en lugar de a las 5h como viene ocurriendo hasta ahora.

Antonio Ruiz es el presidente de la asociación que agrupa a residentes de 35 edificios que se extienden a lo largo de 3 kilómetros de recorrido. «Yo hace cuatro años y pico que vivo aquí, pero el bloque tiene cincuenta años o más. Los problemas han ido persistiendo y aumentando con los años con la excepción de la pandemia en que se paró un poco. Pero la euforia pospandémica es tremenda», lamenta.

Bajo el lema ‘Apelamos al respeto a todos’ la asociación es muy activa en redes, intentando buscar la empatía de los responsables municipales, pero también de los empresarios del ocio nocturno y de todos aquellos (residentes o turistas) que salen de marcha los fines de semana y se desmadran sin medir las consecuencias que su comportamiento tiene sobre el entorno. «Los problemas más graves se dan en la Plaza Torrent y en la Plaza del Auditorio. En la primera hay dos cafés concierto que abren hasta las 5 h. Provocan un ruido tremendo a los vecinos porque la música se transmite a las viviendas. El local no está aislado como toca para estar en un edificio residencial. Hablamos de un local en un bloque de vecinos en el que se hacen conciertos hasta las cinco de la mañana. Llevamos años haciendo denuncias continuadas y esto no puede ser. El Ajuntament de Palma ha hecho alguna acción puntual para controlar, pero no nos dan una solución definitiva. El problema es que el ruido a las tres de la mañana se transmite a todo el bloque de vecinos que tiene 28 viviendas», explica.

Cuando los locales de ocio nocturno echan el cierre a las 5 de la mañana no se acaban sus problemas. «A partir de las 5 de la mañana la gente sale contenta de los bares y se va a seguir de juerga, especialmente a la plaza que está a su lado. Un día pusieron hasta un piano en la plaza y los vecinos del edificio de enfrente (el número 2) tienen las ventanas que dan a la plaza», relata el presidente de la asociación. «Pedimos que se cambie la normativa para que todo el mundo cierre a la una como muy tarde. Sabemos que seguirá habiendo molestias, pero no de una forma tan excesiva», dice Ruiz.

Los vecinos de la zona tienen además un problema añadido, la llamada Plaza Torrent, que no tiene oficialmente nombre, fue construida con la idea de que solo fuera accesible a los vecinos de un bloque, pero cuando se disolvió la constructora se produjo una recepción parcial de las obras de urbanización que tiene a los residentes en una especie de limbo legal. «El Ajuntament no la ha recepcionado al cien por cien, por no tener la plaza no tiene ni un nombre oficial pero es accesible al público. Acaba con un mirador y hay unas escaleras que la gente utiliza para beber, vomitar, orinar… Se ha convertido en un baño público», lamenta Antonio Ruíz.

El presidente de los vecinos explica que «hemos tenido varias reuniones con el Ajuntament de Palma y agradecemos su disposición a abordar la problemática». «Hemos conseguido que limpien más que antes, pero hay unas escaleras donde la gente hace sus necesidades y es tremendo», dice. Según Ruiz la situación en la Plaza del Auditorio también es crítica. «Hay dos o tres locales de ocio que también abren hasta las cinco de la mañana y cuando cierran la gente deambula de un lado a otro», señala.

«El nuevo Ajuntament de Palma ha recibido una comunicación nuestra y hemos estado varias veces allí. De hecho vemos una disposición bastante positiva aunque entendemos que no se puede arreglar en cuatro meses lo que lleva así 30 años. Esperamos que poco a poco tomen cartas en el asunto y haya reacciones. Sabemos que ya se ha incorporado el nuevo responsable de la Policía Local y ahora hay que ver qué es capaz de hacer con los efectivos que tiene», reflexiona. Y es que, aparte de solicitar una modificación de la ordenanza que regula los horarios del ocio nocturno la Associació de Veïns del Passeig Marítim de Palma reclama más vigilancia. «Si pasaran dos patrullas con cierta frecuencia mejoraría mucho la situación porque cuando la patrulla está cerca todo cambia. Con una presencia policial más aparente y real seguro que mejorará mucho. El problema es que no lo hacen o no tienen efectivos o no lo consideran necesario», concluye.

Imagen de una pelea captada por los vecinos del Paseo Marítimo de Palma.

Agrupar en una única asociación a los vecinos del Paseo Marítimo de Palma no ha sido fácil. «Es un espacio muy grande con 3 kilómetros de recorrido, en el que hay gente de todo tipo y es difícil unir a la gente con un solo objetivo. Ahora estamos pensando en emprender acciones legales, pero hasta el momento trabajamos para dar visibilidad a la problemática», dice Ruiz. Explica que entre los residentes de la zona «había muchas protestas pero no existía un único modo de canalizarlas que es lo que hemos hecho a través de la asociación».

Los vecinos denuncian el ruido, la suciedad y los problemas de seguridad en la zona.

Por si los vecinos no tuvieran suficiente con los problemas de ruido del ocio nocturno cada fin de semana, la madrugada del pasado viernes 17 de noviembre, la nueva alarma de aviso de niebla que ha instalado la Autoritat Portuària de Balears (APB) en el Dique del Oeste estuvo sonando desde las 4 hasta las 8 de la mañana. «Sabemos que eso ha sido un tema puntual y que la APB está poniendo los medios para buscar una solución. No nos preocupa como lo otro. Lo que nos dicen es que van a hacer un cambio porque sonaba indiscriminadamente ante una situación de niebla y ahora realizan pruebas para que suene solo apuntando al mar, están en ello y estamos seguros de que lo solucionarán», dice Antonio Ruiz.