El barrio de Camp Redó no tendrá eje cívico | Miquel Àngel Cañellas

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Palma XXI ha lamentado la pérdida del proyecto del eje cívico de Cotlliure, que ha desestimado el Ajuntament. Este proyecto, diseñado por el equipo de gobierno anterior, tenía previsto el uso prioritario de peatones en el tramo comprendido entre la plaza París y la calle Bisbe Bernat Nadal, además de prever soluciones naturales en la zona para mejorar la adaptación al cambio climático. Palma XXI criticó la renuncia a 13 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation, que iban a financiar este proyecto, además de adquirir autobuses de hidrógeno y eléctricos, la instalación de puntos de recarga de estos vehículos, la mejora de accesibilidad en la EMT y la ampliación del servicio de BiciPalma.

Palma XXI ha pedido a al Ajuntament de Palma los informes en los que se basa la renuncia a este proyecto, tras alegar deficiencias. «Alegan, entre otros motivos, el déficit de aparcamiento que generaría la intervención o la falta de tiempo para ejecutar las obras dentro de los plazos fiajdos pra la convocatiria de ayudas. La previsión del proyecto inicial era la de compensar las 700 plazas de párking eliminadas en el eje Cotlliure-Camp Redó con otras 700 plazas alternativas, ubicadas en diferentes centros comerciales y equipamientos públicos en la zona».

La entidad ha querido mostrar su disconformaidad ante la decisión de Cort, por considerar que el eje cívico «supone una oportunidad para la mejora de la calidad de vida del vecindario de los barrios de Cas Capiscol y Camp Redó, con especial atención a la infancia por la proximidad de hasta 13 equipamientos docentes».

Palma XXI confía en poder consultar los informes municipales mientras adviente que «existen numerosos estudios que avalan la pacificación y naturalización de los entornos urbanos como principal medida de mejora de la salud, en especial en las primeras edades. Así, se constata que algunas de las principales causas del aumento de trastornos mentales son la contaminacion y el descenso progresivo de oportunidades para que niños y adolescentes hagan uso del espacio público de manera independiente».

Advierte que «la implementación de zonas de bajas emisioines lleva asociada una reducción de problemas cardiacos y circulatorios, pudiendo incrementar la esperanza de vida hasta dos años y medio. Otros informes señalan los gases contaminantes como la principal causa de asma infantil y las alergfias, así como los retrasos en el desarrollo cognitivo de los niños. Cada incremento del 3 por ciento en el verde urbano se asocia con el crecimiento del cociente intelectual de 2,6 puntos en niños entre 10 y 15 años».