Interior de la futura vivienda unifamiliar de Ca La Seu.

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Un inversor sueco se convertirá en nuevo vecino de la barriada de Canamunt cuando termine la obra del inmueble: todo el edificio de Ca La Seu. La que fuera la tienda más antigua de Europa cerró sus puertas, en el corazón del Casc Antic de Palma y está ahora en obras para convertirse en una vivienda unifamiliar. Un lujo en estos tiempos en los que el precio del metro cuadrado del centro está a precios de récord.

Hace un mes que el veterano cartel del recordado establecimiento fue retirado por el nuevo propietario mientras el edificio se somete a una reforma integral, que estará lista en septiembre del año que viene. En total, más de 600 metros cuadrados que están en manos de la promotora Swiss Project Group, aunque el propietario es sueco. Swiss Project Group también ha llevado a cabo otros proyectos en Palma, repartidos por el barrio de la Calatrava, Marivent, Calanova, además de expandirse por Cala Llamp (Andratx), Bendinat y Cas Català (Calvià).

Aspecto final de la futura vivienda unifamiliar de Ca La Seu
Aspecto final de la futura vivienda unifamiliar de Ca La Seu.

Pau Rigo, jefe del área técnica del Grupo Ferrà, que se encarga de la obra, señaló que «los carteles fueron retirados con cuidado, se desmontaron y se entregaron a la propiedad del edificio». El actual propietario ha decidido conservarlo, dado su valor sentimental, y está decidiendo el destino de este vestigio urbano. El antiguo comercio no abrirá ningún otro negocio más en sus bajos, ya que se convertirá en el garaje de la vivienda. No es el único caso en el que un edifico entero del Casc Antic se convertirá en una vivienda unifamiliar: también ha ocurrido lo mismo en otros inmuebles de la calle Sant Jaume o en la plaza del Banc de s’Oli, donde inversores extranjeros convierten en una solo domicilio edificios que antes acogían varios pisos.

Ca la Seu abrió sus puertas como cordelería en 1510. Así lo atestiguan dos señales: una vertical, instalada por el Ajuntament de Palma y que está toda recubierta de pegatinas. La otra, una losa de piedra sobre la fachada, en la que reza el siguiente mensaje: «L’Ajuntament de Palma rendeix homenatge a Ca La Seu per la seva perseverança al llarg del temps 1510-1983».

Fachada de Ca La Seu, ahora en obras
Fachada de Ca La Seu, ahora en obras.

En 2009 cerró la cordelería que llevaba desde el siglo XVI en manos de la familia Monserrat a lo largo de varias generaciones y se reconvirtió en un bar que rendía homenaje al histórico negocio, aunque en 2019 cerró sus puertas después de que el nuevo propietario se hiciera con el edificio.

Ahora ya no queda ni rastro del comercio ni del bar que le siguió durante diez años. Tampoco está el cartel, único testimonio del histórico negocio familiar que hacía esquina entre las calles Cordería y Ca La Seu. Precisamente la calle Cordería lleva este nombre porque congregaba todos los artesanos medievales que se afanaban en la cordelería. En la misma calle, de hecho, se mantiene aún en funcionamiento Mimbrería Vidal.

Cartel que recuerda la presencia del histórico comercio de Ca La Seu
Cartel que recuerda la presencia del histórico comercio.

Toni Sorell, de Rotuïlla, mostró su preocupación por el paradero del cartel, que considera «patrimonio gráfico» de la ciudad y que se va perdiendo a medida que rehabilitan edificios y comercios antiguos. «Estos carteles no tienen protección. El 90 por ciento de los rótulos se eliminan cuando cambian de propietarios y Palma va perdiendo sus vestigios de antiguos comercios». Sorell reclama que las instituciones se impliquen en la protección de la imagen de la ciudad para que sus antiguos negocios no queden en el olvido.