Los palmesanos han rendido recuerdo a sus seres queridos fallecidos. | Teresa Ayuga

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Las altas temperaturas están siendo la tónica de este Tots Sants que ha amanecido tranquilo en el cementerio de Palma. Se trata de la primera festividad con toda normalidad, sin mascarillas ni restricciones de aforo. Sin iembargo, la COVID aún se hacía presente y algún ciudadano ha acudido a esta cita con mascarilla FPP2. A las diez de la mañana se iniciaba la comitiva política que se mezclaban con los ciudadanos que han ido dejando flores frescas en las sepulturas de sus seres queridos.

Ya durante el fin de semana se ha notificado un aumento considerable de visitantes que han ido limpiando las tumbas y han colocado centros florales y ramos. El regidor de Promoció Econòmica i Ocupació, Jordi Vila, señaló que «afortunadamente, ya no vivimos los inconvenientes de la COVID y vivimos el primer año de normalidad». Después de la celebración de Halloween de la víspera de Tots Sants, Vilà advirtió que «la festividad de Tots Sants se está reformulando y como cada año, mostramos la vocación por los nuestros».

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Vilà advirtió que está cambiando «la relación con los muertos», de estar dentro de las casas al tanatorio, la expansión de la cremación, y el cementerio sigue siendo el espacio, antes proscrito, pero ahora periurbano en el que mantenemos el recuerdo de los nuestros. Se trata de un espacio único y excepcional y también se puede pasear por el cementerio para admirar sus valores arquitectónicos».

Por su parte, el alcalde de Palma, José Hila, quiso recordar a las personas que ya no están y agradeció a los empleados de la Empresa Funerària de Municipal (EFM) el esfuerzo» por el cuidado del cementerio de Palma. «Es momento de recordar a los que nos han dejado y también a las víctimas de la COVID», advirtió Hila. Acto seguido se llevó a cabo una ofrenda floral en el memorial de la víctimas de la COVID, a lo que siguió un recorrido por el cementerio y otra ofrenda floral en la plaza de la Llibertad, donde se encuentra la fosa común y colocan flores aquellos que no tienen un ser querido en el cementerio pero mantienen el recuerdo. El recorrido siguió hasta el Mur de la Memòria, en homenaje a las víctimas del franquismo. Está previsto que a lo largo del día se incremente la afluencia de personas al cementerio de Palma para depositar flores en las sepulturas.