Un momento del pleno celebrado este jueves en el Ajuntament de Palma. | Teresa Ayuga

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El pleno del Ajuntament de Palma aprobó este jueves la peatonalización de cuatro calles de centro histórico: Fideus, Minyones, Paraires y Pes del Formatge, pese al voto en contra de la oposición y el rechazo de hasta diez asociaciones vecinales del centro que acusaron al Pacte de esconder la intención de ampliar las terrazas de bares y restaurantes en ellas.

En nombre de esas diez asociaciones, Carmen Verdaguer intervino en el pleno donde aseguró que tras esta decisión «se esconde una puerta oculta para poner más terrazas en el país de las terrazas», por lo que consideró que «es un mal día para el movimiento vecinal». En un principio, dijo, «nos resultaba incomprensible» que se quisiera «peatonalizar unos minúsculos tramos de calles que ya están peatonalizados de hecho, pues apenas pasan coches». Pero «pronto descubrimos la intención oculta (...), una trampa legal para poder más terrazas».

Esta portavoz vecinal lamentó también que «no haya existido participación por parte de los ciudadanos afectados, que de hecho nos enteramos por la prensa de las peatonalizaciones, y no se nos ha aceptado ni una sola de las alegaciones presentadas».

De igual modo, Nael Falo, en nombre de las entidades que impulsan la campaña 'Pere Garau, molt més que Nuredduna', recordó durante su intervención plenaria que «peatonalizar en sí no es un valor incuestionable» en referencia tanto a estas calles del centro como al proyecto de Nuredduna. Sobre las peatonalizaciones del centro coincidió con la anterior representante vecinal en que «el objetivo no es la reducción del tránsito porque allí la circulación es mínima», por lo que concluyó que la pretensión municipal es «favorecer el negocio de bares y locales de ocio« con la proliferación de terrazas «que dificultan el descanso y la tranquilidad de los hogares del entorno».

En relación al proyecto de peatonalización de Nuredduna, Falo denunció que el Consistorio ha impedido también el proceso de participación ciudadana real y censuró la «política de hechos consumados» del Pacte de Cort. Recordó, además, que el equipo de Gobierno «ocultó un informe de la EMT que no es favorable al proyecto presentado» y volvió a reclamar al Ajuntament que rectifique el proyecto.

En respuesta a estas intervenciones, el concejal de Mobilitat, Francesc Dalmau, recordó que estas peatonalizaciones están incluidas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y que responden a «la voluntad del equipo de Gobierno de recuperar espacios de vehículos para los viandantes», una recuperación que calificó de «urgente y necesaria». De hecho, anunció que se continuará con este proceso, tanto en el centro como en los barrios,