Los comercios del centro de Palma son los que más han sufrido la pérdida de clientes. | Jaume Morey

TW
19

Cierres en cascada, tardanza en las ayudas, impuestos que muchos no pueden pagar... La lista de males del comercio de Palma es larga. Tanto, que hasta dos horas duró la reunión entre el alcalde de Palma, José Hila, el regidor de Promoció Econòmica i Ocupació, Rodrigo Romero, y la asociación de comercios PIMECO. Hila y Romero prometieron bonos municipales para que el consumidor gaste en pequeños negocios, así como una campaña para relanzar el sector. Estas son las bases de la hoja de ruta para reactivar el consumo en Ciutat.

En esta cita por videoconferencia los comerciantes mostraron ayer su desesperación ante la situación que atraviesa el sector, especialmente los locales situados en el centro de la ciudad que padecen la falta de turistas.

Romero señaló ayer que el Ajuntament también emitirá bonos para reactivar el consumo en el pequeño comercio «una vez que mejore la situación sanitaria» y se reabran los comercios. Además, fuentes del Ajuntament señalaron que «se llevará a cabo una campaña para relanzar elpequeño comercio».

A todo esto se añadirá un plan de ayudas, «el más importante que ha llevado a cabo el Ajuntament, que se sumarán a las partidas del Govern y el Consell».

Noticias relacionadas

Mientras dure la pandemia, el Ajuntament se reunirá de forma periódica con el sector comercio, tal y como venía sucediendo hasta ahora, según fuentes de Cort. Del mismo modo, se pondrán en marcha reuniones con los mandos policiales para afrontar el incremento de robos e inseguridad en los comercios.

Por otro lado, los comerciantes han hecho llegar al alcalde sus quejas por los graffitis, a lo que Hila recordó que se acaba de poner en marcha un servicio de limpieza de pintadas, un gasto privado que subvenciona en gran parte el Ajuntament.

Impuestos

El presidente de PIMECO, Toni Fuster, señaló tras la reunión que «sabemos que habrá un paquete de ayudas pero desconocemos el montante final ni cuándo llegarán. También debatimos sobre los impuestos y el alcalde nos aseguró que no se bajará ninguno». Los comerciantes solicitaron la reapertura de la calle Unió al tráfico y la gratuidad del parking «para atraer compradores».

Fuster advirtió que «cada día que pasa muere un comercio y esto es insostenible. Caen las ventas y no hay gente por las calles». El presidente de la patronal señaló que solo 686 comercios accedieron a las ayudas «cuando hay 7.000 en toda Palma», mientras el centro sufre la debacle turística y el desplome de ventas.