La exalcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola. | Efe - Villar López

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La hasta este jueves alcaldesa de Pamplona Cristina Ibarrola, apeada del cargo por una moción de censura pactada entre PSN y EH Bildu, y apoyada además por Geroa Bai y Contigo-Zurekin, ha asegurado que Joseba Asiron es «un alcalde legítimo» pero ha dudado de que lo sea «ético ni moral» por la fórmula utilizada para ello. Lo ha dicho en la rueda de prensa posterior al pleno en el que ha perdido la alcaldía de la ciudad, en la que se ha mostrado muy resentida con quienes han apoyado la moción y ha asegurado que ella «jamás, pasase lo que pasase», sería alcaldesa con los votos de EH Bildu. «Prefiero fregar escaleras», ha dicho.

También ha criticado a los otros grupos que han suscrito la moción de censura, que «no tienen ninguna credibilidad. Yo no me sentaría ni Contigo ni con el PSOE ni con Geroa Bai, porque han mentido en todo», ha añadido. En cualquier caso, ha cargado contra el pacto entre EH Bildu y PSOE que ha originado su destitución, convencida de que lo de hoy era el final de «una mentira escrita, un pacto escrito solamente para que Pedro Sánchez pueda mantener su sillón de presidente», ha dicho tras lamentar que el recorte del tiempo de intervención al que se le ha obligado en el pleno es muestra de «lo que nos espera».

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Y también en ese sentido se ha referido a los gritos que se escuchaban desde la calle en contra de UPN, por lo que ha asegurado que se le ponía «la piel de gallina» y le recordaba «a los peores tiempos», aunque sí ha dicho que le «tranquiliza mucho saber que la mayor parte de la ciudadanía de Pamplona no comparte eso». No obstante, sí ha enviado una advertencia al responsabilizar «directamente» a Joseba Asiron de cualquier incidente que pueda sufrir ella, quien ha culpado del «odio que ha generado y promovido» el ahora alcalde contra UPN.

Ha reiterado su intención de seguir en el consistorio «haciendo política» en línea con «el interés del ciudadano, del servicio público y de la verdad», valores que contrastan con el de «las marionetas, los traidores» -en referencia a los cuatro ediles socialistas que han votado en su contra- que «han ejecutado una traición a Pamplona que llevarán en su currículum y en su conciencia para siempre. Les auguro un final de vida política desde este mismo momento».

Por el contrario, ha agradecido el apoyo de sus votantes, «convencida de que hemos ganado la calle, estoy absolutamente convencida de que si se produjeran elecciones tendríamos un apoyo mucho mayor» en el actual momento. Sí se ha extendido en criticar el «intento» de hundirla con «mentiras» que durante los seis meses de su mandato ha recibido por parte de la oposición, especialmente de EH Bildu, si bien ha asegurado que eso no la hunde porque «desde hoy -ha dicho- me pongo a trabajar de forma intensa para que esta ciudad recupere un gobierno que merece».