La parlamentaria del PP vasco Laura Garrido (c) entra en el hemiciclo con el presidente de su partido, Carlos Iturgaiz (d). | Efe - ADRIAN RUIZ HIERRO

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Todos los grupos del Parlamento Vasco, salvo EH Bildu, han rechazado y condenado a las iniciativas de homenaje o reconocimiento a presos y miembros de ETA, «que lamentablemente se han vuelto a reproducir este verano en algunas localidades vascas», y consideran que «otorgar la condición simbólica de 'preso político' a personas que han atentado mortalmente contra la sociedad civil, cargos democráticamente elegidos o funcionarios públicos, es un grave ataque a la memoria de las víctimas y una manipulación política del terrorismo que ha padecido Euskadi».

El PP ha llevado a la Cámara vasca una moción sobre pancartas, brindis y homenajes a miembros de ETA en fiestas de localidades vascas, y ha acordado con un texto con PNV, PSE, Elkarrekin Podemos-IU y Cs, que ha sido aprobado también con el apoyo de Vox, y el único voto en contra de EH Bildu. En el mismo, el Parlamento vasco reitera sus pronunciamientos de «rechazo y condena a las iniciativas de homenaje o reconocimiento a presos y miembros de ETA, que lamentablemente se han vuelto a reproducir este verano en algunas localidades vascas».

Además, refuerza su compromiso con «la construcción de una memoria inclusiva, crítica, ética y democrática para preservar la memoria de las víctimas y evitar su ofensa, agravio, humillación y revictimización». El Parlamento vasco considera que «otorgar la condición simbólica de 'preso político' a personas que han atentado mortalmente contra la sociedad civil, cargos democráticamente elegidos o funcionarios públicos, es un grave ataque a la memoria de las víctimas y una manipulación política del terrorismo que ha padecido Euskadi».

Por último, considera necesario «deslegitimar radicalmente cualquier expresión de enaltecimiento del terrorismo, así como garantizar y reafirmar los principios y valores de una convivencia democrática en todos los ámbitos del espacio público y también en los contextos festivos, lúdicos y de ocio».

En el debate, el parlamentario del PP Carmelo Barrio ha denunciado que «los actos de humillación a las víctimas del terrorismo de ETA, no pueden ser »tolerados por la sociedad democrática« y ha lamentado que en esos actos »son jaleados y saludados por dirigentes políticos«, cuando »son expresión de la radicalidad política de una parte política de este país que no ha sabido coger el tren de la convivencia, que todavía sigue pinchando las ruedas del tren".

Asimismo, cree que los «homenajes a los criminales son el mejor abono para la cultura del odio» y ha insistido en que «se repiten año tras año, fiesta tras fiesta, y sin que la sociedad pueda reaccionar para impedirlos» cuando «lo normal sería que los poderes públicos, los jueces, los fiscales, las policías pudieran tuvieran capacidad para impedirlos». «Habrá que reformar las leyes, seguramente», ha apuntado antes de defender que «tendrían que ser igual de repugnantes esos actos a los etarras, que si fuesen actos de homenaje o de saludo a violadores, a pederastas, a corruptos. Están en el mismo nivel».

El parlamentario del PNV Joseba Díez ha rechazado los actos y homenajes «vergonzosos» registrados este verano, así como las pancartas que «humillan y ofenden» y que «causan dolor a las víctimas». Asimismo, ha subrayado la necesidad de «construir una memoria inclusiva» y de impulsar la «deslegitimación de estos actos y las expresiones de enaltecimiento del terrorismo».

«Hay que deslegitimar los valores que hicieron posible asesinar porque para los más jóvenes, para las generaciones que vienen, es importante que dejemos asentado que no se puede considerar a los asesinos héroes, no podemos transmitir que pudo tener sentido matar o asesinar, que es importante parar de matar, pero que es más importante todavía dejar de odiar», ha señalado. También ha preguntado a EH Bildu «qué camino van a recorrer si no piensan que matar estuvo mal», y cree que «hoy tienen la oportunidad de es apoyar la enmienda transaccional de todos los grupos».

El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga, por su parte, ha recordado que este es un debate que se ha llevado «muchas veces» a la Cámara lo que «demuestra la falta de iniciativa y obsesión» del PP. Asimismo, ha defendido que «no es nada nuevo que EH Bildu está a favor de las personas presas», de la «libertad de expresión» y ha defendido que su partido «no tiene la responsabilidad de todas las iniciativas que se llevan a cabo en Euskal Herria, de cada cartel, pancarta o pintada». Arzuaga cree que con la cercanía de las elecciones «todo vale» y que, por ejemplo, se censura un documental que se presenta en el Festival de cine de San Sebastián, usándolo por «ventajismo político».

«Esto no sirve para construir la convivencia», ha advertido. Asimismo, cree que con estas iniciativas el PP pide «castigo, cárcel para quien se expresa como no le gusta», a pesar de que «no existe delito». «Si no hay delito, algunos plantean castigar a los ciudadanos por un enaltecimiento que no existe. No les gusta cómo se expresa la gente», ha criticado antes de señalar que no cuenten con EH Bildu para «hacer el papel de inquisidor Torquemada».

La parlamentaria del PSE Miren Gallastegi cree que los parlamentarios de EH Bildu «tienen un problema grave» con la memoria y ha criticado que la coalición «sigue sin condenar abiertamente el pasado criminal y totalitario de ETA, aunque no se privan de condenar abiertamente los crímenes de la dictadura franquista», algo que «está bien», pero cree que la memoria de EH Bildu «es extraordinariamente selectiva y, por lo tanto, absolutamente incoherente» porque «no se puede condenar al franquismo sin condenar a ETA al mismo tiempo».

«Ustedes siguen negándose a formular una autocrítica profunda de su pasado. Exigen autocrítica pero no la ejercen. Les pasa igual que a buena parte de la derecha, sobre todo de la derecha española en relación con el franquismo», ha señalado. La parlamentaria de Elkarrekin Podemos-IU Miren Gorrotxategi ha defendido que «para no revictimizar a las víctimas, es necesario impedir que el espacio público sirva para legitimar políticamente a quienes quisieron imponer su proyecto para Euskadi a través de la violencia».

«Una cosa es añorar con emoción sincera, viva, a un familiar o a un amigo, una amiga que lleva años en prisión, pero otra bien distinta es que esa añoranza se convierta en la legitimación política del asesinato injusto de otras personas por razones ideológicas. Esto supone un dolor añadido a las víctimas y se aleja, además, de lo que siente la inmensa mayoría de la ciudadanía vasca», ha señalado.

La parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, ha denunciado que en Euskadi «se han normalizado los homenajes a los terroristas de ETA» porque hay «un gobierno cómplice por omisión, con hechos absolutamente rechazables, amparándose en un supuesto cumplimiento escrupuloso de la legalidad», ya que «la línea es muy fina y en muchos casos se está sobrepasando entre la libertad de expresión y la apología del terrorismo». Por último, el parlamentario de Cs Jose Manuel Gil ha defendido que «Ciudadanos, como partido garante de una sociedad en libertad en la que no tenga cabida ningún tipo de exaltación de la violencia, considera que los espacios públicos deben ser para la convivencia y no para que una minoría de fanáticos muestre su fascinación por la violencia y la imposición de un falso relato».