El 'Open Arms' ha sido imovilizado en el puerto de Lampedusa. | Friedrich Bungert/-/dpa

TW
15

Las autoridades italianas inmovilizaron este jueves el barco español de rescate de inmigrantes Open Arms en Sicilia (sur) tras comprobar que hay una serie de «anomalías graves», por lo que no podrá volver a navegar «hasta que se hayan corregido».

La Guardia Costera italiana informó en un comunicado de que tras realizar una inspección en la embarcación, que actualmente se encuentra en Sicilia, se han encontrado «anomalías graves relacionadas con la seguridad de la navegación, el cumplimiento de la legislación sobre protección del medioambiente marino y la capacitación y familiarización de la tripulación con los procedimientos de emergencia proporcionados a bordo».

Por eso, el barco quedará retenido y no podrá salir del puerto de Porto Empedocle, donde se encuentra, «hasta que se hayan corregido las irregularidades técnicas y operativas detectadas durante la inspección».

El barco de la ONG Open Arms llegó a Sicilia el miércoles, después de que el día anterior pudieran desembarcar en Lampedusa, por orden de la Fiscalía italiana, los 83 migrantes que todavía quedaban a bordo, en uno de los pulsos mas tensos sobre desembarco de inmigrantes mantenido con las autoridades italianas.

Ahora, estos 83 inmigrantes y el otro medio centenar que había sido trasladado anteriormente a la isla en evacuaciones médicas o había llegado a nado, esperan conocer su futuro y saber dónde serán reubicados.

«Estoy contento, creo que ahora voy a tener la oportunidad de mi vida. Estoy feliz, no tengo miedo de que alguien me coja, me torture. Somos libres ahora», explica Eisaq Hagos en una conversación telefónica.

Tiene 22 años, procede de Eritrea y ha viajado a Europa con la intención de estudiar para convertirse en farmacéutico o en médico.

Habla inglés con fluidez y asegura que le gustaría viajar a Inglaterra, pero sabe que no es uno de los cinco países de la Unión Europea -España, Alemania, Francia, Luxemburgo y Portugal- que se han ofrecido a acoger a los 160 migrantes rescatados por el Open Arms.
«No me importaría ir a España, aunque no tengo preferencia. Lo importante es estar en Europa», comenta.

De lo que sí está seguro es que no quiere estar en Italia, donde el actual ministro del Interior en funciones, Matteo Salvini, ha mantenido los puertos cerrados a las ONG con rescatados a bordo durante catorce meses e impidió el desembarco de estos migrantes.
Fue el fiscal de Agrigento (Sicilia), del que depende Lampedusa, Luigi Patronaggio, quien autorizó el desembarco el pasado 20 de agosto.

Eisaq recuerda que estuvo durante más de dos años en un centro de detención de migrantes en Libia y que el país «no es seguro», pues allí «matan y torturan».

Noticias relacionadas

Explica que ha dejado a la familia en Eritrea aunque su voluntad es que vengan también a Europa, y cuenta que están contentos de saber que ha llegado al viejo continente a salvo, pues durante el tiempo que estuvo a bordo del Open Arms no pudo comunicarse con ellos.

En el viaje en el Open Arms hasta Italia ha conocido a Eñdë Swågïhølîk, de 17 años y también de Eritrea, y que no habla inglés, por eso Eisaq hace de traductor e indica que Eñdë ha dejado en su país de origen a un hermano, una hermana y a su madre, mientras que su padre ya ha fallecido.

Su intención es «trabajar para ganar dinero suficiente y traer a la familia también a Europa». Le gustaría ir a Francia, aunque tiene claro que estudiará inglés en cuando sepa qué país europeo le acoge.

«Lo único que quería es sentirme libre. Estoy muy triste de que el Gobierno italiano no nos quisiera, pero también contento de que España y otros países sí nos hayan querido», apunta.

En Italia, el ministro del Interior en funciones ha criticado en una nota que el Gobierno de Pedro Sánchez solo vaya a acoger a 15 migrantes, mientras que Francia se hará cargo de 40, los mismos que Alemania, Portugal recibirá a 10 y Luxemburgo a entre 3 y 5.

Está previsto que el buque de la Armada Española «Audaz» llegue mañana a Lampedusa para recoger a los salvados por el Open Arms que serán conducidos a España y completar la misión encomendada por el Gobierno español.

Mientras tanto, los inmigrantes esperan en la isla italiana en un centro de acogida para refugiados que está saturado.

El portavoz del Ayuntamiento, Antonello Ravetto, confiesa por videoconferencia que esta estructura tiene «92 camas, pero en este momento hay unas 200 personas, más del doble de lo que puede acoger».

«Muchas veces pasa esto, que hay más gente que camas. No es la primera vez que pasa», cuenta, mientras sostiene que Lampedusa es conocida como «la isla de la acogida», porque por su posición geográfica es «naturalmente una puerta de Europa».

«La gente puede salir del centro y volver por la noche para dormir. Hay una situación de tranquilidad», dice, al tiempo que afirma que «la gente de Lampedusa es muy solidaria» y «ha hecho mucho por los inmigrantes y refugiados».