Aviones de Spanair. | ALBERT GEA

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La aerolínea Spanair ha presentado a primera hora de esta mañana el concurso voluntario de acreedores con un pasivo que supera los 300 millones de euros, según han confirmado fuentes judiciales.

El concurso, que ha entrado en el registro de la Ciudad Judicial, será repartido en las próximas horas a uno de los juzgados mercantiles de la ciudad, probablemente al nueve o al diez, que son los que reciben normalmente los concursos de acreedores con deudas acumuladas superiores a los cien millones de euros.

Las mismas fuentes han asegurado que la voluntad del equipo legal de Spanair, representada por el bufete de abogados Roca i Junyent, es que el concurso se declare lo antes posible para evitar que alguno de los acreedores solicite el concurso necesario, lo que dificultaría mucho el margen de maniobra en la gestión de la crisis de la aerolínea

El principal acreedor de Spanair es la aerolínea sueca SAS, propietaria del 10% de la compañía y antiguo máximo accionista hasta el 2009, que reconoce en sus cuentas que la empresa española le adeuda 165 millones de euros.

Por otra parte, la compañía de «low-cost» Ryanair ha presentado ante el juzgado mercantil número tres de Barcelona una solicitud de demanda de medidas cautelares para evitar que Spanair pueda recibir más ayudas públicas durante el proceso de concurso de acreedores que se abre ahora, según han informado también fuentes judiciales.

La demanda, que no aporta más pruebas que recortes de periódicos, según las mismas fuentes, quedará resuelta en las próximas horas.

Previsiblemente, esta petición de medidas cautelares quedará aplazada a la espera de que se llame a declarar a los responsables de Spanair.

Con esta demanda, son dos los frentes judiciales que se le abren a la aerolínea que preside Ferran Soriano y que recibió en los últimos tres años 150 millones de euros de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.

Tras el cese abrupto de actividad que Spanair llevó a cabo el pasado viernes día 27 a última hora de la tarde, la principal prioridad de la compañía, una vez puesto en marcha el mecanismo para buscar salida a los viajeros de la aerolínea, es iniciar el proceso de concurso de acreedores.

Los trabajadores de la aerolínea consideran imprescindible que el proceso se inicie lo antes posible para poder exigir la indemnización que les corresponde y empezar a cobrar lo antes posible el subsidio del paro.

Por su parte Soriano, en una entrevista a Rac1, ha explicado que el concurso se ha preparado durante este fin de semana, «a pesar de que había piezas que aún no estaban listas».

«Tenemos que ser muy diligentes y hacerlo todo muy rápido», ha señalado Soriano, que ha indicado que la aerolínea conseguirá generar activos con la venta de los aviones, todos ellos de alquiler.

Soriano ha asegurado que Spanair tenía preparado un «plan de emergencia» ante la posibilidad de que los accionistas, es decir, Ieasa -formada por Avançsa, Volvat 2009, Iticsa, Fira de Barcelona, Catalana d'Iniciatives y Cimalsa- dejara de invertir en la compañía.

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El presidente de Spanair ha admitido que lo que precipitó el cierre de la aerolínea fue la negativa de la Generalitat a seguir invirtiendo, lo que prevaleció por encima de la retirada de Qatar Airways.

«Que Qatar se retiraba se nos comunicó el viernes, pero lo más importante fue que los accionistas, la Generalitat entre ellos, decidieron no aportar más dinero, y entonces fue cuando tuvimos que tomar decisiones», ha afirmado.

«Siempre hemos tenido a la Generalitat apoyándonos, pero hay un momento en que decide que ya no se tiene que empujar más este proyecto. Y no sólo lo ejecutamos, sino que lo entendemos perfectamente», ha admitido Soriano.

Soriano ha reiterado que Qatar Airways no era la única opción que contemplaba Spanair, aunque era la que había avanzado más, llegando a firmar documentos y diseñando un plan de futuro.

Sin embargo, ha insistido en que los posibles socios industriales dejaron de tener importancia ante la retirada de apoyo de la Generalitat: «En el momento en que los accionistas deciden que ya no quieren trabajar más es irrelevante cuántos posibles socios había. No es una cuestión de qué opciones han fallado y por qué, si no la decisión de los accionistas de seguir empujando el proyecto».

Falta de tiempo

Ha explicado que se hizo mucho trabajo durante el último mes para encontrar soluciones y garantías para los potenciales accionistas, pero que no se encontró una solución satisfactoria, y ha señalado que «si hubiera habido más tiempo o las condiciones del entorno hubieran sido más favorables, hubiera sido más probable encontrar un socio».

Asimismo, ha afirmado que las decisiones «podrían haber sido diferentes si no hubiera habido el ruido que hubo el viernes», ya que ha reiterado que el cierre abrupto de la aerolínea fue debido a los rumores, que condicionaban la seguridad aérea, debido a la incertidumbre generada en los trabajadores.

El presidente de Spanair ha explicado que la compañía ha pagado 1.000 euros a todos sus trabajadores, y que el resto se abonará «lo antes posible», y ha manifestado que es posible que haya ofertas de otras aerolíneas para absorber parte de sus empleados.

Difícil recolocación

Spanair está estudiando las medias legales oportunas para buscar la mejor solución para sus trabajadores a pesar de que «será complicado que puedan recolocarse dada la actual coyuntura económica», según ha informado el portavoz de compañía, Jordi Juan, en una entrevista a RNE.

Después de que anunciara su cierre el pasado viernes 27 de enero, un total de 2.400 trabajadores directos, que junto con los de Newco sumarían 4.000, estarían a la espera de ver qué sucede con su futuro tras la decisión de cesar su actividad.

En este sentido, la empresa de servicios aeroportuarios, Newco, que realizaba hasta este viernes las operaciones de 'handling', ha asegurado que esta situación «está repercutiendo en los trabajadores», por lo que ha pedido al sindicato UGT ayuda para «salvaguardar la viabilidad de la empresa».