Miguel Àngel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España. | Efe

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El Tesoro Público saldó ayer su primera emisión de deuda, tras la subida de tipos de interés aprobada por el Banco Central Europeo (BCE), con una colocación discreta y mayores intereses que en anteriores subastas, afectada por las nuevas dudas sobre la solvencia financiera de Portugal, Grecia e Irlanda.

Según los datos facilitados por el Banco de España, el Tesoro rompió una racha de cinco pujas consecutivas en las que había logrado pagar menos por su deuda y adjudicó 4.658 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, de los que 3.509,30 millones correspondieron a letras a un año con un interés marginal del 2,90 %, frente al 2,18 de la anterior puja.

También colocó 1.149,69 millones en letras a un año y medio con una rentabilidad del 3,496 %, superior al 2,50 % de la subasta celebrada en marzo.

Además, el importe adjudicado se ha quedado en la parte baja de lo inicialmente estimado por el Estado, que oscilaba entre 4.500 y 5.500 millones de euros, pese a que la demanda de las entidades -más de 8.000 millones de euros- ha sido muy elevada.

Las nuevas dudas que suscitan la viabilidad del rescate de Portugal, la reestructuración de la deuda griega o la delicada situación de los bancos irlandeses, afectaban tanto a la puja española como a su prima de riesgo.

Miedo a la quita

El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, sitúa claramente el origen de este repunte en el miedo provocado por la posible quita -acuerdo entre acreedor y deudor en el que el segundo paga una parte de la deuda y el primero renuncia al cobro del resto- que podría aplicar Grecia al pago de su deuda.

El departamento de análisis de Bankinter, por su parte, recuerda que, aunque España ha conseguido desmarcarse de Grecia, Irlanda y Portugal, seguirá siendo examinada en los próximos meses en sus objetivos de reducción del déficit público y reformas estructurales, en particular la del sector financiero. Pese a la decepción de la subasta de ayer, la prima de riesgo de España -que se mide con el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo- está muy lejos de las de Portugal, Irlanda o Grecia.

El riesgo país de España comenzaba la sesión en 204 puntos básicos y alcanzaba a media sesión los 224, su nivel más alto desde el pasado 10 de marzo.

No obstante, se encuentra muy lejos de los cerca de 550 puntos básicos que supone la prima de riesgo de Portugal o los más de 600 de la irlandesa, y es cuatro veces menor que la de Grecia, que supera los 1.000.

España aún debe afrontar este semana otra cita con los mercados de deuda, ya que mañana celebra una emisión de obligaciones a diez años, a la que se añade otra con carácter extraordinario con vencimiento en 2024.