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La recesión se prolongará en España todo este año, en el que la economía caerá el 1'6% y el empleo descenderá el 3'6%, a lo que hay que sumar que el país tendrá que soportar un elevado déficit en sus cuentas públicas hasta pasado 2011.

El cada vez mayor deterioro de la economía ha obligado al Gobierno a revisar drásticamente sus previsiones y plasmar así en cifras el reconocimiento de que este año «vamos a vivir los momentos más difíciles de la crisis», en palabras del vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes.

Así, según la revisión del Programa de Estabilidad 2008-2011, aprobada ayer por el Consejo de Ministros, el Producto Interior Bruto (PIB) registrará este año una caída del 1'6%, la primera en 16 años, y el empleo bajará el 3'6%, lo que supone la destrucción de 600.000 puestos de trabajo, según las previsiones del Ejecutivo.

También se espera para este año una tasa media de paro del 15'9%, aunque el Gobierno no cree que la cifra de desempleados alcance «en ningún caso» los cuatro millones, señaló Solbes.

Este año se producirá el mayor déficit del conjunto de las administraciones públicas del periodo revisado por el Gobierno, equivalente al 5'8% del PIB.
Recuperación
El Gobierno confía en que a finales de año se inicie la recuperación económica, con una inflexión a partir del segundo semestre que hará que se siga decreciendo, aunque menos, para empezar a registrar avances del PIB en 2010.

De esta forma, el año que viene se espera de nuevo un crecimiento del 1'2% "como el que, según el Ejecutivo, cerró 2008" y en 2011 la recuperación se habrá afianzado, con un avance del 2'6%.

Este año será de muy malas cifras también para la inversión, que descenderá el 9'3%, y para el consumo de los hogares, que caerá el 3'2%, mientras que sólo el sector exterior aportará la nota positiva al cuadro macroeconómico del país con una aportación de 1'6 puntos.

Para Solbes, datos como el del sector exterior demuestran que tras el «ajuste» que España deberá afrontar este año la economía iniciará la recuperación y comenzará a crecer «más equilibradamente», con menos déficit exterior, un menor peso de la construcción y una reducción del endeudamiento privado.

También es favorable la evolución de la productividad española, que se acelerará el 2%.
No obstante, en el camino a la recuperación habrá que soportar importantes déficit públicos.
Así, 2008 cerró con un saldo negativo de las cuentas de las administraciones del 3'4% del PIB, que este año se elevará al 5'8%, y que irá reduciéndose lentamente en los dos próximos ejercicios hasta el 4'8% en 2010 y el 3'9% en 2011, sin descartar, según Solbes, que se prolongue más allá de estas fechas aunque por debajo del 3 por ciento.