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La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega admitió ayer que el Gobierno llegó tarde ante la situación de colapso que se vivió en el país, especialmente Madrid, debido al temporal frío y nieve, pidió disculpas a los ciudadanos y aseguró que el Ejecutivo se pone «manos a la obra» para que la situación no se repita. Además, informó de que el Ejecutivo ha decidido modificar todos los protocolos de actuación ante emergencias.

«Sin duda, pedimos disculpas a todos los ciudadanos que se vieron afectados, pero también les decimos sin dudarlo que nos ponemos manos a la obra para intentar que no se vuelva a producir», subrayó.

De esta forma dio cuenta del informe que le encargó el presidente Zapatero sobre la actuación de la Administración. «Pudimos haberlo hecho mejor», dijo, al tiempo que admitió que los hechos han tenido consecuencias a corto y largo plazo.

De la Vega explicó la evolución de la nevada en la capital de Madrid, aseguró que el cierre del aeropuerto de Madrid-Barajas fue una decisión adecuada pero que falló la información a los ciudadanos y reconoció que los protocolos de actuación se han revelado «excesivamente rígidos», lo que impide tomar las medidas preventivas con la necesaria antelación.

Así, achacó la paralización de la circulación en Madrid a lo «sorpresivo» de la nevada (que no se pudo predecir hasta pocos minutos) por su cambio de rumbo e intensidad, la densidad del tráfico en Madrid en hora punta, la circulación de vehículos pesados y la paralización en el atasco de las maquinas quitanieves.

«Cuando se activaron los dispositivos de respuesta era ya tarde para adoptar decisiones que hubieran minimizado las consecuencias de la nevada, muchos miles de ciudadanos habían salido ya a las carreteras o se dirigían al aeropuerto», admitió.