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El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó ayer el «cinismo y la hipocresía», «envuelta en altos valores morales», de la derecha, y defendió tanto una nueva ley del aborto que mejore las garantías actuales como el derecho a desenterrar a los muertos de la Guerra Civil.

En su intervención ante el plenario del XI Congreso del Partido Socialista de Madrid (PSM-PSOE), Zapatero no olvidó la crisis económica y garantizó que su prioridad será el empleo. Tras reiterar su confianza en la capacidad de la economía española para salir del «estancamiento serio» en que se encuentra, prometió «solidaridad y reformas», pero no para hacer «decretazos», sino para apoyar a los trabajadores que puedan tener problemas. Tampoco ahorró críticas al PP por «no aportar nada» y, también, por no reconocer que la crisis tiene su origen en EEUU.

En la misma línea, denunció la «hipocresía» de quienes dicen que divide a un país querer tener una ley del aborto mejor, con más garantías y seguridad; o que divide «que personas, muchas de ellas mayores, puedan simplemente saber dónde están enterrados sus seres queridos».

Zapatero instó al PP a reconocer el derecho de esos ciudadanos a desenterrar e identificar a sus muertos «con naturalidad», al margen de confrontaciones partidistas. «No puedo entender que eso divida, que eso sea para algunos abrir alguna herida; es cerrar la herida a esas personas», aseguró.

Respecto a la actitud obstruccionista del PP ante «Educación para la Ciudadanía», Zapatero le advirtió que si quiere cambiar el modelo no debe hacer llamamientos a que no se no se curse la asignatura y se incumpla le ley, sino ganar las elecciones, como los socialistas el pasado mes de marzo. A su juicio, los populares y, en concreto el Gobierno madrileño, se oponen a la asignatura porque en su concepción de la sociedad «priman los intereses particulares».