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Aunque el ex presidente del Gobierno José María Aznar asegura que, desde que abandonó La Moncloa, mira «la política cotidiana» de «otra manera», el repaso a la actualidad que realizó resultó demoledor. Ahora ya no diría que España va bien, porque, según él «en los últimos años ha acumulado problemas muy serios», entre los que citó «negociaciones que no se deberían estar haciendo, el problema de España como tal y el retroceso hacia atrás», en referencia a la Ley de la Memoria.

Sobre el proceso de paz, el presidente de honor del PP explicó que «hay un camino que nunca hay que transitar» que es darle a ETA lo que quiere: «el poder en el País Vasco, que se le reconozca la autodeterminación, disponer de Navarra y convertirse en fuerza legal». Además, preguntado por si en la próxima reunión entre Rajoy y Rodríguez Zapatero se recuperarán el consenso perdido, Aznar señaló que el que «destruyó» todos los acuerdos fue el PSOE.

En este sentido, Aznar llegó a asegurar que, en el extranjero, más que preocuparse por la proliferación de corrupción en nuestro país, se preguntan por qué los españoles han decidido «dejar de mirar al futuro y caer en errores del pasado».

Durante una entrevista en el «Programa de Ana Rosa», Aznar confesó que, tras su salida de la Presidencia del Gobierno mira «de otra manera la política cotidiana», no con el «agobio» que, según él, produce el día a día.

Cuando se le preguntó '¿España va bien?' la respuesta de Aznar fue contundente: «no diría exactamente eso». «España ha acumulado en los últimos años problemas muy serios, negociaciones que no se debían estar haciendo, el problema de España como tal y el retroceso hacia atrás. Tres problemas muy difíciles, muy complicados. Tres decisiones, tres errores», sentenció el ex presidente, que en la entrevista profundizó en esa visión de España.

Aznar no dudó en de atribuir al PSOE la «desvertebración y del debilitamiento progresivo del Estado». «Eso tiene que terminar, un Estado no puede estar eternamente desvertebrándose, no puede quedar todo el poder en manos de las comunidades autónomas», consideró, porque, de seguir en el camino que están siguiendo los socialistas, según el ex presidente «llegará un momento en el que nos preguntaremos ¿para qué vale el Gobierno?».

«El consenso antiterrorista estaba hecho, la ilegalización de Batasuna estaba hecha, ETA estaba debajo de la mesa, la kale borroka había desaparecido», enumeró, antes de reiterar que su Gobierno no negoció con la banda terrorista. «Ningún español tenía duda alguna de que nosotros no íbamos a poner en cuestión ningún asunto territorial», puntualizó. Además, Aznar afirmó que su mujer, Ana Botella, «lo haría muy bien» como presidenta del Gobierno, pero precisó que no la está proponiendo candidata.