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El presidente del Gobierno, José María Aznar, sentenció ayer tarde en el Pleno del Congreso que la «retirada» de Irak «nunca puede ser una opción ante el terror» dado que, de producirse, «todos los esfuerzos desplegados hasta ahora» habrían sido «en vano».

«Sería fortalecer el poder y la estrategia de los terroristas, sería ceder a su chantaje -comentó-. La seguridad de todos, los de aquí y los de allí, estaría en mayor riesgo y nuestra retirada sería su triunfo».

Durante su intervención, Aznar hizo un llamamiento «al respaldo de todos, a la labor de las Fuerzas Armadas y del resto del personal que está en Irak».

«Hago también un llamamiento de unidad en defensa de nuestra libertad y seguridad», clamó el presidente, que anunció que el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, y el director del Centro Nacional de Inteligencia, Jorge Dezcallar, comparecerán ante la comisión de Asuntos Reservados para proporcionar una información «mas completa» sobre el atentado.

En el único turno de réplica, Aznar recordó que el pasado verano, Zapatero preguntaba qué explicaciones iba a dar a la sociedad si a España volvían féretros, y respondió que ahora lo hace «con honor, informando urgentemente en la Cámara».

Aznar comenzó su discurso destacando la «conmoción» de todos los españoles por el asesinato de estos militares españoles en Bagdad, y citando sus nombres, lo que mereció el aplauso de todos los diputados presentes en el hemiciclo. «Hoy tenemos un motivo más para seguir el camino emprendido. Yo estoy convencido de ello».