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El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha suspendido las actividades del Partido Comunista de España Reconstituido -PCE (r)- y ha decretado la clausura de sus locales en España y en el extranjero, por considerar que su actuación es ilícita. En su opinión, esta organización constituye el brazo político del GRAPO. Los miembros de la organización terrorista, según el Ministerio Público, eran reclutados por este partido, adoctrinados y, tras una «prueba de valía», ingresaban finalmente en los comandos militares.

La decisión del magistrado se ha producido tras estudiar el informe presentado el pasado mes de octubre por el fiscal de la Audiencia Nacional Enrique Molina, en el que se señalaba que el Comité Central del PCE(r) nutre ideológicamente al brazo militar de la organización terrorista, «fijando la táctica y estrategia de la lucha armada, eligiendo objetivos, consiguiendo la infraestructura y recursos económicos, escogiendo a los responsables de las acciones armadas y la composición de los autodenominados comandos militares».

El fiscal explicaba en su informe que la organización terrorista PCE(r)-GRAPO está formada por dos ramas, una política y otra militar «que defiende la lucha armada como vía para la consecución de sus objetivos». El órgano responsable de la primera de las dos ramas es el Comité Central del partido.

El fiscal situaba el origen de la formación PCE(r)-GRAPO en junio de 1975, mediante la configuración de una estructura basada en el denominado «centralismo democrático». Según la Fiscalía, el PCE(r)-GRAPO adiestra a sus miembros en el manejo de armas y técnicas de guerrilla, además de adoctrinarlos «a fin de garantizar el compromiso con la causa».