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Dos presuntos miembros de ETA fallecieron la pasada madrugada en el barrio bilbaíno de Basurto tras explosionar el material que transportaban en un turismo alquilado, según señaló la Ertzaintza a Europa Press. La explosión se produjo a las doce menos veinte de la noche en el cruce de las calles Lezeaga y Mazustegi, una zona en fase de construcción de viviendas y, por tanto, poco habitada y transitada.

Un Ford Fiesta de color gris metalizado estalló a esa hora causando la muerte el el acto a sus dos ocupantes. Los restos quedaron esparcidos por la zona, lo que está dificultando las tareas de identificación. Previsiblemente, la Policía vasca pasará en el lugar del siniestro toda la noche recogiendo pruebas e inspeccionado la zona. Precisamente, debido al estado en que quedaron los cadáveres -«completamente destrozados», según el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna-, los agentes tuvieron dificultades para cuantificar el número de víctimas, ya que sus restos quedaron esparcidos en un radio bastante extenso.

En un principio apuntaron que se trataba de una persona y minutos después dijeron que, por lo menos, eran dos los fallecidos. El Departamento vasco de Interior baraja la hipótesis de que los presuntos activistas muertos, supuestos miembros de un comando de ETA, podrían estar desplazándose hacia algún lugar para cometer un atentado, cuando estalló el material que transportaban en el interior del turismo. Se da la circunstancia de que los fallecidos transitaban con el Ford Fiesta por la carretera que enlaza la capital vizcaína con Cantabria.

Otras fuentes de la investigación indicaron que, por los restos de las víctimas, todo apunta a que se trata de dos jóvenes. En el lugar de los hechos, la Policía autónoma halló restos de una pistola Astra, marca utilizada en varias ocasiones por la banda terrorista, temporizadores, radiomandos y placas de matrícula. Tras la deflagración, el coche quedó situado en medio de la calzada, lo que podría confirmar la tesis de que se encontraba en movimiento.