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El Gobierno arremetió ayer contra el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, por sus declaraciones en las que instaba a responder a la Ley de Partidos con una «guerra política». Si el presidente del Ejecutivo, José María Aznar, pidió al líder nacionalista «sentido común» para acabar con ETA, el ministro Mariano Rajoy le acusó de «no luchar» contra el terrorismo. Por su parte, el presidente de honor del PP en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, calificó a Arzalluz de «portavoz de la mentira».

Aznar, respondió a las declaraciones del presidente del PNV afirmando que no le impresionan las «bravatas» de nadie y le pidió que declare el «sentido común» contra los terroristas y los que hacen imposible la convivencia en el País Vasco. El presidente, que señaló que desde el Ejecutivo se intenta hacer lo necesario «para combatir el terror», añadió que no le impresionan las «bravatas» de nadie y que el PP sabe lo que necesita la democracia española para ser defendida. Por ello, advirtió que el Gobierno no está dispuesto a ser «pusilánime» y cruzarse de brazos.

De la misma forma, el ministro de Interior y vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, acusó a Arzalluz de «no luchar contra el terrorismo de ETA». Así, añadió que las manifestaciones de Arzalluz «no sorprenden a nadie» y aseguró que lo importante es que los «grandes partidos y una gran mayoría de los ciudadanos» creen que la democracia tiene derecho a dotarse de instrumentos para combatir a los terroristas.