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EFE-TORREVIEJA (ALICANTE) La presunta etarra Olalla Castresana Landebera falleció hoy al explotarle un artefacto explosivo que manipulaba en un apartamento de una urbanización de Torrevieja (Alicante), que al parecer ocupaba junto al también miembro liberado de ETA Aranz Oyarzabal, y cuya onda expansiva causó heridas a siete vecinos del edificio. El suceso se produjo sobre las cinco y media de la tarde en la urbanización de Puerto Romano, en la zona turística de La Mata, y causó heridas leves a siete personas, entre ellas cuatro menores, que se encontraban en la piscina de la urbanización.

La explosión provocó que la presunta etarra que estaba en el interior de la vivienda donde se registró la deflagración quedara completamente destrozada y saliera despedida al exterior, según fuentes de la Policía Municipal. Además, las Fuerzas de Seguridad del Estado buscan a una segunda persona, identificada como Aranz Oyarzabal, que al parecer se encontraba junto a Olalla Castresana en el apartamento y que huyó tras la explosión. La onda expansiva causó el derrumbamiento de una de las fachadas de ese piso, produjo un gran estruendo y afectó a varias viviendas colindantes. La urbanización está integrada por siete bloques de viviendas de cuatro plantas y está situado junto a la playa de La Mata, una zona turística emblemática de Torrevieja, cuyos inquilinos pasan sus vacaciones procedentes de diferentes puntos de España.

El desplome de la vivienda donde ocurrió la deflagración ocasionó la caída de cascotes y cristales sobre la piscina de la urbanización donde se encontraban en esos momentos varias personas, algunas de las cuales recibieron el impacto de los fragmentos. Los heridos fueron trasladados a centros de salud próximos y la zona quedó acordonada, mientras que los vecinos de la urbanización fueron desalojados. Los inquilinos, algunos de ellos vestidos con camisetas y traje de baño, expresaron su temor por la presencia de los presuntos etarras.

Fuentes de la lucha antiterrorista informaron de que el explosivo que manipulaba la presunta etarra era dinamita Titadine, entre 2 y 3 kilos, y formaría parte del robado en marzo en Grenoble (Francia). Hasta el lugar de los hechos se desplazó el delegado del Gobierno en funciones de la Comunidad Valenciana, José Vicente Herrera, y el director general de Interior de la Generalitat, Luis Ibáñez, quienes apuntaron la posibilidad de que haya en la zona un comando de ETA y apuntaron la posibilidad de que el hecho signifique el inicio de la ofensiva terrorista contra intereses turísticos en la costa mediterránea española.