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OTR PRESS - VITORIA El pacto suscrito por PP y PSOE no es contra ETA, sino contra el nacionalismo vasco, «contra las ideas que defienden PNV y EA». Así lo manifestó ayer el lehendakari, Juan José Ibarretxe, que considera el acuerdo una «torpeza histórica», pues da la espalda a la mitad de la ciudadanía de Euskadi. Tanto PNV como EA han criticado con dureza el pacto antiterrorista de los dos primeros partidos nacionales.

Visto desde Euskadi, el acuerdo entre PP y PSOE es un «disparate», aseguró el Lehendakari, añadiendo que con el contenido del mismo, socialistas y populares no podrían firmar ahora el Pacto de Ajuria Enea. Ibarretxe llama la atención sobre el hecho de que, aunque en toda España, PP y PSOE son la primera y segunda fuerza política, en Euskadi son la segunda y la cuarta, concluyendo que no se pueden resolver los problemas si se da la espalda a más de la mitad de los vascos.

Para él, el Acuerdo de Lizarra «fue un intento con bases honestas y legítimas, pero es un instrumento de una etapa pasada», y para el futuro si se quiere construir un modelo de convivencia, tendrá que hacerse desde acuerdos políticos nuevos, pero no excluyentes, como el suscrito por PP y PSOE, que «no se puede decir que sea un acuerdo contra ETA, porque no aporta nada nuevo en la lucha contra el terrorismo, sino contra el nacionalismo vasco, en el sentido de que lo que se hace es consensuar que en el futuro sólo será posible que el PP y el PSOE puedan realizar pactos con PNV o EA si éstos renuncian a sus ideas, lo cual es de una torpeza política histórica».

El pacto es, según Ibarretxe un «paso atrás», porque lo «absolutamente fundamental es reforzar y no dinamitar la unidad en contra el terrorismo», algo que supone un retroceso político de carácter histórico. Además, considera que, también desde el punto de vista de España, es una «torpeza política» que los firmantes hayan excluído a CiU o Izquierda Unida. Se trata de un documento de «lo tomas o lo dejas, negado a las demás fuerzas políticas», dijo.