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El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aseguró ayer haber recibido dos cartas de un alcalde del PP en la que le expresa su deseo de ejecutarle personalmente y «embadurnar las paredes» de su habitación con su sangre. Este hecho fue aprovechado para arremeter contra el PP, partido que, en su opinión, rentabiliza políticamente las amenazas contra sus cargos.

La denuncia de Arzalluz supone un componente más de la polémica levantada por la retirada de escoltas a los concejales vascos, que la Consejería de Interior del Gobierno de Euskadi piensa llevar a cabo el próximo día 13 en un momento en que las amenazas contra los ediles populares y los incidentes callejeros se han incrementado notablemente.

El dirigente nacionalista subrayó que su carta iba firmada con nombres y apellidos "aunque no los desveló" y que llevaban incluido el membrete del Ayuntamiento. Arzalluz quiso desdramatizar la situación de los ediles del PP, y destacó que miembros de su formación también son amenazados.