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AGENCIAS LONDRES El ministro del Interior británico, Jack Straw, decidió ayer dar luz verde al proceso legal de extradición del general chileno Augusto Pinochet a España porque dijo haber encontrado bases para que los tribunales puedan proceder.

Straw dijo haber examinado las informaciones según las cuales el ex dictador se encuentra suficientemente bien de salud para comparecer ante el magistrado. Rechaza que los intereses británicos se puedan ver afectados con la extradición. Niega que exista un móvil político y rechaza que el dictador deba gozar de inmunidad diplomática.

Además, dijo el ministro, los delitos de que se acusa a Pinochet en España serían delitos objeto de enjuiciamiento también en el Reino Unido y no existen motivaciones políticas detrás de la solicitud. Straw sostiene que el dictador «está acusado, en España, de delitos equivalentes en el Reino Unido a intento de asesinato, conspiración para asesinar, torturas, conspiración para torturar, toma de rehenes y conspiración para tomar rehenes», aunque excluye el delito de genocidio del que le acusa también Garzón.

El número de audiencias y el tiempo necesario para que se celebren son «imposibles de determinar», subrayó hoy el ministerio de Justicia. «Cada caso es distinto, pero casos anteriores demuestran que se necesitarán al menos algunos meses». Cuando los magistrados tomen una decisión, el ex dictador estará nuevamente habilitado para apelar contra la misma.