El Regimiento Palma 47, hacia Irak con una réplica de la verge de Lluc

Al iniciarse el acto, en el patio del cuartel de Génova, los componentes de la agrupación han recibido la bandera de mochila, que data de 1860. En aquella época se entregaba en dotación para el Ejército Expedicionario de África y en 1904 se fijó como prenda reglamentaria para todos los Cuerpos del Ejército.

Después, los soldados se han encomendado a una réplica de la Verge de Lluc, una talla de madera que viaja con el Regimiento Palma 47 desde su despliegue en Bosnia, hace casi veinte años. También estuvo en Kosovo con los militares mallorquines y «siempre nos ha protegido», han apuntado los mandos. Durante su arenga a las tropas, el general Gracia ha destacado que «mucho tiempo hace ya que esta Comandancia no tenía la oportunidad de ser desplegada en operaciones y, por lo tanto, de acreditar su valía en los escenarios más demandantes».

Y ha dado una serie de consejos «de soldado viejo forjado en muchas batallas» a sus hombres y mujeres: «Tened confianza en todo lo que habéis aprendido aquí en Palma durante estos últimos meses». A continuación, ha añadido: «No dejéis nunca un cabo suelto, por pequeño que parezca, porque los problemas, de surgir, vendrán precisamente por ahí».

Al finalizar el discurso, ha citado a Primo de Rivera, pero no al dictador, sino al teniente coronel del mítico Regimiento Alcántara, de la campaña de África de 1921: «Que cada uno ocupe su puesto y cumpla con su deber». Los jinetes del Alcántara, en pleno desastre de Annual, cubrieron heroicamente la retirada de las últimas tropas españolas. El Palma 47 no se plantea retiradas. Que por algo llevan con ellos a la Verge de Lluc.