La presidenta del Teléfono de la Esperanza de Baleares, Maria Antònia Mateu, y el portavoz Lino Salas. | Jaume Morey

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El Teléfono de la Esperanza en Baleares sigue registrando cifras «altas» de llamantes de entre 16 y 25 años, algunos con ideas suicidas y, solo en pocos casos, ya habían buscado en internet «cómo quitarse la vida sin hacerse daño». Según el último balance de la entidad de 2023, unos 356 menores y jóvenes de las 4.007 llamadas totales registradas pidieron ayuda.

A pesar de que este colectivo joven no fue el año pasado tan alto como el número de llamadas registradas en 2022 (492), sigue siendo significativo y ha hecho reflexionar a la entidad a nivel estatal con la necesidad de atenderlos a través del 'Chat de la Esperanza'. Esta nueva vía de comunicación, ya en funcionamiento en Madrid y en Málaga, comenzará a usarse en Baleares próximamente, según han avanzado este miércoles en rueda de prensa la presidenta del Teléfono en las Islas, Maria Antònia Mateu, y el portavoz Lino Salas.

«Uno de cada cuatro jóvenes que llamaron al Teléfono de la Esperanza en España verbalizaron una ideación suicida. Es importante, detectar en este colectivo los factores de riesgo como podría ser estar más de ocho horas frente a una pantalla», ha subrayado Lino Salas.

El chat, que pronto funcionará en las Islas, contará con voluntarios especializados en esta área. Ahora mismo, hay 16 personas que han finalizado la primera fase del curso y empezarán la segunda parte de la formación. Algunos de ellos, directamente se especializarán en esta área de mensajería y redes sociales para dar respuesta a los jóvenes y menores. Un número que cada vez crece y preocupa más.

Perfil

El 60 % de las personas que piden ayuda son mujeres que verbalizan problemas de soledad, depresión y ansiedad. Además, llama la atención que los mayores de 66 años registren cifras tan altas el último año que comentan frases como «estoy solo», «me siento incomunicado» o «nadie me hace caso».

Por otra parte, 241 personas de las 4.007 llamadas totales registradas habían tenido una ideación o intención de acabar con su vida. Son cifras muy altas si se comparan con las de 2019 (40), pero se asemejan a las llamadas registradas en los años de pandemia y postpandemia. De las 241, nueve de ellas marcaron el teléfono en el acto suicida en curso.

La presidenta del Teléfono en Baleares también ha advertido de las personas que llaman por problemas aditivos. En 2023, registraron 100 llamadas por ludopatía, problemas con la comida o problemas con las tecnologías.