«En los casi 30 años que estoy en Patronat Obrer, he visto cada vez más interés de la gente para formarse con nosotros», asegura Carmen Serra. | Teresa Ayuga

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Catalina Serra (Palma, 1952) lleva cerca de 30 años vinculada a la Fundació Patronat Obrer, una entidad que se creó hace 117 años. Este martes, día 20, se celebrará la primera gala de unos premios para «agradecer» y distinguir a entidades, empresas y personas que llevan colaborando con la entidad, de forma desinteresada, a lo largo de los años. Esta primera edición (pero habrá más), distinguirá a la Fundació La Caixa, por su programa CaixaProinfancia, a Amic Hotels y a tres voluntarios. El acto se realizará a las 18.30 horas en Can Tàpera.

¿Qué importancia tienen estos premios para la Fundació?
Tienen especial importancia porque queremos agradecer a las entidades o empresas que nos acompañan. En este caso, han sido la Fundació La Caixa y Amic Hotels los reconocidos, y también destacamos el papel de tres voluntarias: Marga Gómez, por ser la primera profesora de los cursos de formación; Maria Carbonell, por su papel en los encuentros socioculturales y Antoni Salas, el socio más antiguo. Se trata de poner en valor lo que hacen.

¿Qué destacaría del papel de las entidades colaboradoras?
Que tienen un papel fundamental para Patronat Obrer. Subvencionan programas que permiten a centenares de familias y niños a que puedan cubrir ciertas necesidades escolares, como refuerzo de estudio.Por otra parte, hacen un acompañamiento necesario y dan oportunidades laborales. Hay un 95 % de inserción laboral entre nuestros usuarios gracias a la ayuda que les brindan nuestros colaboradores.

¿En qué momento se encuentra Patronat Obrer?
La Fundació se encuentra con mucha demanda. La pobreza, desde luego, no se erradica tan fácilmente. Tenemos muchas solicitudes en orientación laboral, departamento que nos informa de este alud de citas. Hay que tener en cuenta que no solo atendemos a las personas vulnerables que llegan por primera vez, sino que además tenemos servicios culturales y deportivos para la gente mayor, que son los socios. No podíamos dejarles de lado porque son las personas que más nos ayudan. Patronat Obrer tiene el objetivo de adaptarse a todas las circunstancias que llegan.

¿Cómo han evolucionado los programas y la línea de trabajo de la Fundació?
Nuestra intención es evolucionar. Desde que entró la primera formadora, Marga Gómez, hasta hoy, han pasado muchas personas y hemos creado decenas de programa. Nuestra línea de trabajo va en función de la demanda y las necesidades del momento. El colectivo vulnerable es quien más nos desafía y tenemos que dar respuesta. Además, intentamos que cada persona acabe la formación. Somos conscientes de que en verano se van a trabajar y se desvinculan. Pero intentamos incentivarles a que acaben la etapa con nosotros. Si echo la mirada hacia atrás, la evolución es muy buena y hemos crecido mucho. En los casi 30 años que estoy en Patronat, he visto cada vez más interés de la gente para formarse. También hemos arrastrar a un gran número de personas mayores que son fijas.

¿Cuál es el perfil de vulnerables que atienden?
Son perfiles con mucha exclusión, mayores de 16 años. Tenemos una alta ocupación de senegaleses que vienen en situación de irregularidad. También acogemos a más nacionalidades, como la brasileña. Todos vienen con una alta vunerabilidad. Patronat, desde luego, tiene las puertas abiertas para acoger a cualquier persona. Nuestra intención es    ayudar siempre.

Su trabajo está muy ligado al barrio del Nou Llevant, La Soledat y Pere Garau. ¿Qué problemas principales observa?
Tenemos el programa ‘Comunitari’ que hace una labor extraordinaria con las familias vulnerables y sus hijos. Nos hemos encontrado jóvenes en exclusión y en soledad. Gracias a las actividades que ofrecemos, conseguimos que no hagan cosas malas.

¿Qué retos afronta?
Continuar y estar atentos a las necesidades de la población, que van variando con los años. Por otro lado, estar en contacto tanto con laAdministración como con el sector privado.