Un operario limpia la pintada sobre los muros ya restaurados del convento de Santa Magdalena. | M. À. Cañellas

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Ni doce horas ha aguantado el grafiti que ha ensuciado los muros restaurados del convento de Santa Magdalena. Tras conocerse la aparición de la pintada a media mañana, a las 14.20 horas se está dirigiendo personal del Ajuntament de Palma, la Brigada Express y personal de Emaya para iniciar la limpieza inmediata del grafiti. El objetivo del Consistorio es analizar ahora mismo el procedimiento más rápido para eliminar la pintada sobre los muros de este convento del siglo XIV, en el corazón del Casc Antic.

El responsable de la restauración de los muros, Pep Forteza-Rey, mostró su disgusto y enfado tras conocer la noticia de que los muros de Santa Magdalena habían amanecido con pintadas. «Hay que apelar a la responsabilidad de la gente. La restauración de los muros se consiguió gracias a la aportación de personas privadas». La Fundació Forteza-Rey se encargó el año pasado de recaudar dinro entre inversores privados para financiar la limpieza de la primera mitad de las paredes de este tesoro arquitectónico e histórico de Palma.

Precisamente en estos días se iba a ultimar el acuerdo para llevar a cabo la limpieza del último tramo de los muros del convento, que aún mantenían las pintadas vandálicas que durante años han asolado este lugar del Casc Antic. En junio del año pasado la Fundació Forteza Rey hizo un llamamiento a la sociedad palmesana para encontrar colaboradores que le ayudaran en la limpieza de los muros exteriores del convento de Santa Magdalena, en las Ramblas. Hasta ahora ha podido eliminar las pintadas vandálicas en 16 espacios de la fachada del convento que están sobre la Costa de la Sang, frente a la Misericòrdia.

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, prometió al inicio de la legislatura mano dura con aquellos que llevaran a cabo pintadas vandálicas. El alcalde señaló en ese momento que los grafitis en bienes catalogados, como el citado convento, puede suponer actuaciones por la vía penal contra sus autores. Las sanciones se considerarán muy graves y podrían alcanzar hasta los 3.000 euros y si el infractor «es menor de edad, deberán responder los padres». En la actualidad la nueva ordenanza que impone más mano dura contra el grafiter se está redactando.