Imagen de archivo de extracción de agua de un pozo destinado al consumo humano. | ARCHIVO

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La mitad de las masas de agua subterránea de Baleares (la principal aportación de recursos hídricos de las Islas) presenta un mal estado, cuantitativo o cualitativo.

Según datos de 2022, correspondientes a la última revisión del Pla Hidrològic de les Illes Balears (PHIB), 44 (50,6 %) de las 87 masas de agua subterránea de nuestra comunidad incumple una o las dos condiciones para considerarse en buen estado, referidas a la cantidad y la calidad.

En cuanto al estado cualitativo, se analizan principalmente los contenidos en cloruros (intrusión marina) y en nitratos (sobre todo, por la aplicación de abonos y fertlizantes en la agricultura).

En lo que respecta a la presencia de nitratos, el 16,1 % de las masas de agua subterránea se encuentra en mal estado, mientras que por la presencia de cloruros el estado es deficiente en un 36,8 %. En este último caso, las masas en mal estado son casi todas ellas costeras. En Mallorca, la presencia excesiva de nitratos se da principalmente en el interior. En cuanto al parámetro cuantitativo, el mal estado afecta al 33,3 % de las masas de agua subterránea.

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En lo que se refiere a Mallorca, los datos son los siguientes: un 18,8 % en mal estado en nitratos, un 32,8 % en cloruros y un 26,6 % en cantidad.

Así, la mayor de las Islas está por encima de la media en nitratos, pero está por debajo en cloruros y en cantidad. Cabe destacar que, en cloruros, Ibiza tiene un 50 % en mal estado y en Formentera el dato es del 100 % (masa única de agua subterránea). En nitratos, Menorca en la isla con peores datos: un 33,3 % de sus masas de agua subterránea presenta un mal estado, atribuible a la actividad ganadera.

En estado cuantitativo, Mallorca es la isla que está mejor, pues Menorca e Ibiza presentan un mal estado en el 50 % de sus masas, y Formentera lo tiene en el 100 %.

El PHIB también analiza los datos de las aguas superficiales (torrentes) y de transición (humedales costeros). En las primeras, sólo 8 (13 %) de 61 tramos de torrentes analizados presentan un estado deficiente o malo. En las segundas, sólo 3 (10 %) de las 30 muestreadas se encuentran en un estado deficiente. El resto es muy bueno, bueno o moderado.