El acceso a la vivienda en Mallorca es muy complicada y para las familias que tienen hijos, aún más. | Pilar Pellicer

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«No me quieren alquilar un piso porque tengo tres hijos». Este es el duro testimonio de Kahina, que reside en Palma con su marido y sus descendientes: uno tiene casi dos años, otro 6 y otro 12. «Nuestra situación es crítica porque en marzo tenemos que dejar el piso en el que vivimos en Palma desde hace 13 años, ya que la dueña quiere recuperarlo», añade. No ha querido mostrar su imagen por temor a sufrir represalias.

Aunque pueda parecer una fecha lejana, Kahina está desesperada por las enormes dificultades que está encontrando para acceder a una vivienda en Mallorca. En este sentido, expone que cuando iba alquilar un piso de 50 metros cuadrados y dijo que iría con sus tres hijos le comunicaron que no era posible. Aunque reconoce que es pequeño, argumenta que no puede pagar un inmueble más grande, puesto que su esposo cobra 1.450 euros y no puede destinar más de 1.000 al alquiler. «Yo me adapto al espacio, eso no es problema, pero no tenemos dinero para arrendar una casa más grande», justifica. No es la primera vez que le ocurre, en muchas otras ocasiones cuando precisa que tiene hijos la respuesta que le dan es «ya te llamaremos», algo que no llega a suceder.

Ella es ingeniera informática, pero no puede ejercer porque no le han convalidado el título; precisa que es un problema de la burocracia de Argelia, su país de origen y el de su marido, sus hijos han nacido en Mallorca. Este verano trabajó en un hotel y ahora está esperando a que la llamen. Mientras tanto, imparte clases de francés, pero esto le reporta unos ingresos mínimos.

Esta familia paga actualmente 550 euros de alquiler; subraya que han realizado algunas mejoras y recuerda que cuando llegaron hace 13 años estaba okupado. Le han propuesto a la propietaria que les suba el precio del alquiler, pero lo ha rechazado. «Estoy tocando a todas las puertas, pero no encuentro nada. Estoy muy angustiada», expresa. En este punto, puntualiza que también ha ido al Ibavi, pero no ha encontrado una solución. Además, está dispuesta a irse a vivir fuera de Palma, pero señala que los precios también son muy elevados y no quieren arrendar a familias con niños. La opción de comprar también la ha barajado, pero los precios son tan elevados que no tiene posibilidades de hacerlo.

No se plantea irse de Mallorca

Kahina insiste en que está en una situación límite, ya que ve como va pasando el tiempo y no encuentra un hogar para su familia. Pese a ello, tiene claro que no se irá de Mallorca ya que asegura que eso desestabilizaría a sus hijos, que están muy adaptados en el colegio. «Si no tuviera hijos me iría, pero con ellos no tengo tanta capacidad de actuación. Tengo que pensar en lo mejor para ellos», razona. En este punto, reitera que alquilar teniendo hijos es mucho más complicado, ya que además de la negativa a hacerlo por parte muchos propietarios, con los menores las opciones de movilidad se reducen de forma notable.