El salón de actos de Son Llàtzer, practicamente lleno de representantes del sector sanitario. | Pere Bota

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La respuesta del sector sanitario a la primera convocatoria de este Govern ha sido masiva aunque el asunto diera pie a confusiones. La presidenta del Govern, Marga Prohens, ha introducido en Son Llàtzer su propuesta de Pacto para la Salud (no el pacto en sí, como se dijo previamente) flanqueada por la consellera del ramo, Manuela García, y el director del IB-Salut, Javier Ureña. Enfrente tenía a más de un centenar de representantes políticos, de colegios profesionales, asociaciones de pacientes y sindicatos del sector sanitario que han ido a escuchar los seis puntos prioritarios del Ejecutivo, pendientes de desarrollar, y su propuesta al respecto: que lo hagan ellos.

«La situación no es la deseable, los profesionales hacéis un esfuerzo titánico pero la sobrecarga no puede ser la solución», ha explicado Prohens. «Tenemos la peores ratios de profesionales del país y hace que se resienta la atención al paciente con saturaciones en Urgencias y un incremento en las listas de espera», ha añadido. Por este motivo les ha solicitado a todos que formaran parte de la solución. «Nosotros no os invitamos a cambiar una coma de un documento que ya está hecho, sino que asumiremos lo que salga como la hoja de ruta sanitaria de la próxima década», se comparó con el anterior Govern.

El documento que quiere ser el inicio del Pacto para la Salud se divide en seis puntos diferentes, considerados los prioritarios para este Govern. Cada uno de ellos lo desarrollará un grupo de trabajo del cual ya se ha elegido a uno o dos coordinadores. Tras presentarlos al público del sector sanitario, se les ha solicitado que, durante el mes de diciembre, sean los interesados quienes envíen un correo electrónico para formar parte de la sección que prefieran. A partir de aquí cada grupo desarrollaría sus líneas de trabajo y estrategias a seguir que deben estar listas y presentables al finalizar el primer semestre de 2024.

«Empezamos desde el principio», ha tomado la palabra la consellera de Salut, Manuela García. «El documento es una base para iniciar el guion de trabajo», ha añadido. «Es una propuesta de consenso porque hay más cosas en común de la que nos separan».

Los puntos a desarrollar contemplan, en primer lugar, el déficit de profesionales sanitarios que afecta a todo el territorio español y que debe afrontarse con medidas de fidelización, estabilización y captación. En segundo lugar se plantea la necesidad de modernizar y reforzar la Atención Primaria. En este sentido se explica que entre 2024 y 2025, un total de 252 facultativos cumplirán 65 años, y 73 de ellos son de esta gerencia. El documento, de hecho, tiene un trato diferencial y se centra mucho en los problemas del colectivo médico, por encima del resto de profesionales. En este punto, por ejemplo, se especifica que hay que desarrollar las competencias del personal de admisión, enfermería y técnicos de cuidados de enfermería y reducir el tiempo que los médicos destinan a trámites administrativos.

El abordaje a la cronicidad y a la salud mental (con su apuesta presupuestaria y política), así como la promoción de la salud y el incremento de las peonadas, tal y como se conoce a la actividad extra programada para reducir las listas de espera, cierran esta primera declaración de intenciones que ahora toca desarrollar. Mientras se elabora esta hoja de ruta, la consellera ha admitido que paralelamente se tomarían medidas de urgencia, igualmente, para afrontar sin dilación alguno de estos retos.

Pero si algo falta en este primer boceto es la partida económica que deberá sufragarlos o un plan de infraestructuras. En este sentido, la presidenta Prohens ha recorado que los presupuestos sanitarios para 2024 habían crecido en 114 millones, 43 de ellos para captar a más profesionales, pese a todo: «La sanidad no se arreglará con un presupuesto, ni en un año o dos, puede que ni en una legislatura», ha dicho.