La periodista Graciela Atencio. | G.A.

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Graciela Atencio estuvo este viernes en Palma en un encuentro organizado por Ateneu Els Comuns. Referente del feminismo y curtida en las trincheras de Ciudad Juárez, con un millar de asesinatos de mujeres desde los 90, Atencio es periodista, directora de feminicidio.net y la Escuela Abolicionista Internacional, que abrirá una sede en Palma para luchar contra la explotación sexual.

¿Por qué se debería abolir la prostitución?
Las abolicionistas nos preguntamos qué tipo de sociedad queremos, ¿una igualitaria u otra en el que la mujer es un objeto, una mercancía, una esclava? En la prostitución recaen las más pobres, las migradas, las vulnerables emocionalmente. Pero hay una nueva tendencia: entran jóvenes presionadas por la propaganda proxeneta y Only Fans. La pornografía es prostitución grabada para las redes sociales.

¿Qué papel juega la pornografía en la prostitución?
En el modelo abolicionista, la pornografía no puede estar libre en internet. No hay una relación directa entre la consumición de porno y ser un agresor sexual, que es un hombre en el 99 por ciento de los casos y en los que la víctima es la mujer. Pero sí que existe una relación problemática con el sexo cuando se consume porno.

Ahora hay un movimiento de padres contrarios al uso del móvil entre los adolescentes.
Los niños y niñas que consumen porno no reconocen ciertas formas como violencia sexual. Y el 86 por ciento del porno que se publica en abierto contiene violencia sexual explícita. Los niños entre 8 y 10 años empiezan a tener contacto con ella. Hay que tomar medidas: desde la educación, las familias, la sociedad, pero el Estado tiene intervenir. Los jóvenes de hoy en día no tienen educación sexual, sino que aprenden a través del porno. Tocamos hueso duro con el patriarcado digital: son formas de dominio, poder y misoginia.

¿Only Fans es la puerta de entrada juvenil en la prostitución?
Hasta la década de los 70 la prostitución era artesanal. Luego se industrializó con la pornografía y su digitalización, que es una gran industria. La pornografía facilita el salto a la prostitución. En las web hay anuncios bajo el lema ‘conoce a una chica cerca de ti’. El estudio más importante del uso de la pornografía on line es el de Baleares, el de Lluís Ballester. Hay unos beneficios enormes en las web pornográficas y son una fábrica de clientes a gran escala. Cuando se intervienen pisos donde se ejerce la prostitución, se encuentran puteros de entre 14 y 16 años. Al hablar con víctimas de la trata sexual. Cada vez son más los casos en los que son traídos por sus padres o han juntado dinero entre varios en el colegio para ir al prostíbulo.

¿España lidera esta actividad?
Es el primer país europeo en prostitución y el tercero del mundo. En las raíces del patriarcado está la prostitución, aunque en España hay un largo recorrido en pos de la igualdad, también hay un problema del consumo de sexo de pago. Las cifras de violencia sexual se están incrementando. Con la prostitución violan a las mujeres previo pago, porque se aprende a deshumanizar a las mujeres.

¿Cómo se puede solucionar?
Hay que trabajar en sensibilizar y prevenir. Por presiones de la industria de la explotación sexual, se intenta blanquear a este lobby con el mal llamado ‘trabajo sexual’. En Nueva Zelanda se legalizó la prostitución y desde 2013 se han incrementado un 400 por cien los casos de violencia sexual. Si un hombre aprende a deshumanizar a a las mujeres y lleva a cabo actos sexuales con dominación, desprecio y violencia contra ella, al final lo repetirán con otras.

Las casas de masajes se han normalizado en el paisaje urbano de muchas ciudades.
Las estadísticas son escasas porque hay mucho oscurantismo. Las trabajadoras sexuales advierten que el turismo atrae el consumo de prostitución. Las supervivientes cuentan que hay foros internacionales donde se recomiendan paquetes turísticos para que hombres vengan a consumir prostitución a este destinos. España es un destino turístico de explotación sexual. En los Sanfermines se están repitiendo las agresiones múltiples dentro del prostíbulo y previo pago. Cuatro o cinco puteros cogen a una mujer y repiten los patrones de La Manada.