Una camarera de pisos haciendo una cama en un hotel. | M. À. Cañellas - M.A. CAÑELLAS

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Los trabajadores del sector de la hostelería, con las camareras del piso al frente, se echarán a la calle si para Semana Santa no se han producido avances significativos en la evaluación de las cargas de trabajo. Así lo ha advertido hoy el secretario general de la Federación de Servicios de Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT en Balears, José García Relucio, en la asamblea celebrada por el sindicato en su sede para valorar la temporada turística.

«La mayoría de establecimientos hoteleros no ha hecho ninguna de estas mediciones», señaló para añadir que «si esto no se ha corregido» para el comienzo de la temporada que viene, «va a haber movilizaciones importantes en el sector turístico».

En ese sentido, los portavoces sindicales y los trabajadores presentes en el encuentro (imagen circular) constataron que la temporada, de récord tanto en cifras de empleo como en llegadas y gasto turístico, ha registrado múltiples casos de sobrecargas laborales que van más allá del colectivo de las camareras de piso. «No solo ellas, también otro personal como el de cocina ha pasado un calor infernal entre fogones». Y es que con esta paralización del plan de mediciones del trabajo de las kellys se está traduciendo también en un aplazamiento sine die de las evaluaciones para el resto del personal del sector hostelero, que en un principio se confió en poder iniciar el año que viene.

Asimismo, Relucio criticó falta de seriedad en los planteamientos del Govern para realizar las evaluaciones, ya que «quieren realizar las mediciones en noviembre y diciembre», señaló para criticar que «convocar a las personas cuando ya no tienen trabajo está fuera de lugar».

Asimismo, en la asamblea se denunció que los excesos de trabajo se han estado traduciendo en bajas de personas «que no han podido seguir el ritmo» y que no han sido sustituidas, aumentando por tanto las cargas de los compañeros en activo. «Se está incumpliendo el convenio colectivo de hostelería: las condiciones laborales han ido a peor».

También se reclamó un aumento de las inspecciones de trabajo a fin de atajar estos abusos, así como que el se prioricen facilidades y ayudas a los hoteles que operen más meses y por tanto mantengan sus plantillas el mayor tiempo posible con el objetivo de alcanzar una temporada laboral de nueve meses y no seis. «El Govern debe tomar nota de los hoteles que quieren abrir y cerrar estando siempre llenos».