Alumnos del CEIPESO Aurora Picornell en una imagen de archivo. | M. À. Cañellas

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El PP, para gobernar en solitario en Baleares, pactó con Vox permitir que los padres puedan elegir si sus hijos estudian únicamente en castellano o catalán. Esto, que ya se da en la primera enseñanza, se tendrá que extender a Primaria y Secundaria «antes de acabar la legislatura», según establece el acuerdo. En la práctica, implicaría tener a dos docentes en una misma aula para dar clase en los dos idiomas o separar a los estudiantes por grupos. Sin embargo, la comunidad educativa de Mallorca ve «inviable» a nivel económico y organizativo que esta media pueda llevarse a cabo. Además de calificarla como un «desastre» pedagógico.   

«El objetivo de la escuela debe ser que se aprendan a respetar las otras lenguas, y aplicando una segregación lingüística se incentivarían posiciones recelosas sobre otros idiomas y culturas. Es una medida excluyente, no inclusiva», considera Miquel Oliver, decano de la Facultat d’Educació de la Universitat de les Illes Balears (UIB). «Hemos sido una comunidad ejemplar que ha sabido gestionar el hecho de tener dos lenguas, a pesar de que el catalán esté minorizado», señala el docente. Todos los alumnos de Balears dominan el castellano, pero no el catalán, incluso con el actual modelo lingüístico que lo considera como lengua vehicular. Oliver defiende que, al igual que se confía en los médicos del sector público, la Administración y la sociedad deben de escuchar a los docentes, que rechazan ampliamente esta medida.

La elección de la lengua por parte de los padres más allá de la primera enseñanza requeriría cambiar la Llei de Normalització Lingüística, que prohíbe segregar por un tema de lengua. El PP promete no modificarla, pero si quiere cumplir su compromiso con Vox, tendrá que hacerlo.   

«La mayoría de alumnos solo escuchan el catalán durante las horas que están en el centro. En las redes, la televisión, en la calle y en su casa viven en castellano. Es una realidad que ha ido a más en los últimos años», asegura el presidente de la Associació de Directors d’Educació Secundària de Mallorca y director del IES Porreres, Joan Ramon Xamena. «Pedagógicamente es un desastre; es más, con el modelo actual, incluso los estudiantes catalanohablantes tienen dificultades para dominar completamente su lengua», insiste el profesor, que ya ha recibido preguntas de familias sobre este posible cambio «aunque no haya nada cerrado».

«Es triste que la educación sea el caballo de batalla para aprobar un techo de gasto en el Parlament, con todos los problemas graves que tenemos, como los de mejorar la atención a la diversidad, los recién llegados, la salud mental o los problemas con menores», lamenta la presidenta de la Associació de Directors i Directores de Infantil y Primaria de Mallorca y directora del CEIP Ses Rotes Velles (Calvià), Joana Maria Mas. «Lo que quieren hacer, que no es otra cosa que acelerar la desaparición del catalán en las Islas, ya está conseguido en las escuelas, lo veo cada día», afirma la maestra, y destaca que les cuesta encontrar monitores jóvenes que hablen la lengua propia.

El apunte

La FAPA dice que el Govern se contradice

La presidenta de la Federació d’Associacions de Pares i Mares de Mallorca, Cristina Conti, critica que el conseller d’Educació, Antoni Vera, diga que no piensan tocar la normativa cuando los compromisos firmados con Vox, como la elección de lengua, requieren modificarla. «No podemos consentir que encima nos digan que lo harán con consenso; no lo hay», señala.