La mayoría de víctimas (199) estaban en los cementerios de Porreres y Son Coletes (Manacor). Ambas son 'fosas negadas'. A unos metros bajo tierra quedaron silenciados los asesinatos que el Estado siempre negó. Cuando las familias de los detenidos tras el golpe de Estado de 1936 iban a visitar a sus seres queridos a las prisiones de Mallorca les aseguraban que habían sido liberados, pero nunca volvieron a casa.
Los investigadores e historiadores recopilaron documentación y testimonios orales durante ochenta años para seguir el hilo que llevó a abrir la fosa de Porreres en 2016. El primer día de la campaña el equipo liderado por el forense Paco Echavarría (de la Sociedad de Ciencias Aranzadi) localizó sin ningún género de dudas a las primeras víctimas por la posición de los restos (arrojados), por los impactos de balas en sus cuerpos y otros signos de violencia. La dureza de las imágenes fue un golpe de realidad, abrió la puerta a que los familiares de las víctimas pudieran recuperar a los suyos. A día de hoy la mayoría siguen sin identificar.
Expertos y familiares estaban convencidos de que todos los desaparecidos forzados de Mallorca estarían en Porreres pero la apertura de la fosa de Son Coletes dio un girode guión. La identificación de Aurora Picornell y las rojas del Molinar en Son Coletes ha obligado a repensar la historia. Ahora existen evidencias suficientes que prueban que los presos de las 'sacas' de las prisiones acabaron bajo tierra en las fosas negadas de ambos cementerios.
Los especialistas de Aranzadi y ATICs siguen trabajando en el cotejo del ADN de los restos de las víctimas encontradas con los de los familiares que buscan a los desaparecidos. Los años transcurridos desde que se cometieron los asesinatos juegan en su contra. La mayoría de familiares directos de las víctimas han fallecido sin llegar a conocer la verdad.
El nuevo Govern, liderado por la 'popular' Marga Prohens ,se ha reunido esta semana con los representantes de la Associació Memòria de Mallorca para garantizarles que se ejecutará el IV Pla de Fosses tal y como estaba previsto. Además de las exhumaciones aún pendientes, se compromete a construir el columbario proyectado en el cementerio de Palma (junto al muro de la memoria) en el que se depositarán los restos de todos las víctimas exhumadas no identificadas y también los de algunos identificados (entre ellos Aurora Picornell) por expreso deseo de las familias.
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