El 10 por ciento del alumnado sufre el síndrome post-vacacional. | Pexels - Olia Danilevich

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Tanto para los más pequeños como las familias, la vuelta al cole suele ser un proceso de adaptación muy exigente. Cada niño vive la entrada en la escuela a su ritmo, por lo tanto, las familias y el personal educativo deben contribuir a que sea lo más agradable posible. Para motivar a los pequeños, Pep Quetglas, decano del Colegio de Pedagogia y Psicopedagogia de les Illes Balears (COPPIB), cuenta qué hacer y qué no hacer las semanas previas al regreso a la aulas. Para el alumnado, este momento supone un cambio radical después de prácticamente tres meses de vacaciones.

A raíz de esto, se calcula que el 10 % de los niños y niñas sufren el denominado «síndrome postvacacional». Este trauma temporal, tan sólo en casos «muy específicos» se prolonga durante más de tres días. El decano del COPPIB señala que las familias deben promover la resiliencia, es decir, la capacidad que tiene una persona para enfrentarse a las dificultades de la vida, superarlas y aprender de estas. Esta competencia se aprende en niños y adolescentes «mediante el afianzamiento de aspectos individuales como la confianza, la autonomía, la iniciativa, aplicación e identidad».

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Desde el COPPIB explican que «normalmente, ponemos más énfasis a los que asisten por primera vez, pero tampoco hay que olvidar a los que ya estaban, porque para ellos también les supone un cambio». Añaden que para facilitar esta transición es importante que madres y padres puedan transmitir una visión positiva de lo que representa reanudar las clases en septiembre. «La vuelta a la escuela es beneficiosa para el desarrollo, porque supone salir del 'descontrol' horario del verano y volver al orden y las rutinas diarias», señala el experto.

Estas sensaciones son percibidas por los niños a través de la familia, esta debe «intervenir y motivar positivamente con antelación a sus hijos e hijas por esta vuelta a la disciplina horaria y al cambio de actividades». En primer lugar, el COPPIB aconseja planificar con ayuda del centro escolar todo el material escolar que será necesario y hojear con los chicos los nuevos libros de texto. Además, indican la importancia de «dar confianza y seguridad, fomentando su autoestima, así como, el entusiasmo por la nueva etapa escolar». Paralelamente, es recomendable crear un vínculo e interés por la cultura y el aprendizaje dentro del hogar a través de la comunicación.

Otro paso previo de gran relevancia es acercarse poco a poco a la rutina del curso escolar. «Establecer horarios y rutinas, retomar la lectura, limitar el uso de los dispositivos móviles...», aconseja el decano del COPPIB. Lo primordial es, «sobre todo, hacer que se sientan acompañados en su proceso individual de aprendizaje y tengan donde acudir cuando lo necesiten con total confianza». El experto recomienda evitar las críticas descalificativas al colegio, sistema de enseñanza, idiomas... ya que serán reflejadas en los alumnos. Como extra, propone incorporar «alguna actividad física para que puedan empezar con fuerza y con ilusión las clases escolares».