Un paciente sostiene un test de COVID-19. | RTVE

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Los casos de COVID-19 se han disparado en Mallorca. Aunque pueda parecer una noticia de hace años, lo cierto es que corresponde a este 8 de agosto de 2023. Desde el IB-Salut han informado que el pasado 3 de agosto (último dato facilitado) Atención Primaria atendía 852 contagios de coronavirus activos, un 124,8 % más que hace un mes.

También han aumentado los ingresos en los hospitales de la Isla, concretamente lo han hecho un 65,5 %. En este caso las cifras están más actualizadas y este martes hay en planta 45 personas y 3 en la UCI, mientras que el pasado 6 de julio había 27 pacientes en la primera unidad y dos en la segunda con COVID-19. Cabe precisar que primero crecen los contagios atendidos en los centros de salud y, posteriormente, en el caso de que la enfermedad evolucione a peor pasan a ser ingresados.

El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, ha explicado que «la circulación del coronavirus vuelve a estar al alza en España, aunque los datos aún no muestran señales de alarma. Sin embargo, la incidencia del virus y la tasa de positividad han aumentado en las últimas semanas, por lo que en base a las cifras se considera que hay que estar vigilantes con la enfermedad y controlarla a tiempo para evitar que la llegada del otoño y del invierno se traduzca en un descontrol de los casos».

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Esta tendencia al alza se da en todo el mundo, ha añadido el citado especialista. «Estamos asistiendo a un aumento de los casos de COVID-19, que siguen siendo mayoritariamente leves, aunque una buena señal es que llevamos ya dos años con la variante Ómicron».

¿A qué se debe el incremento?

Desde Atención Primaria han explicado que este repunte se debe a que con las fiestas de verano se incrementan las interacciones, al tiempo que hay más población por el incremento de turistas; han señalado que en verano suele haber repuntes. March ha añadido que la clave está en las nuevas subvariantes que se han desarrollado, ya que son algo más contagiosas. Además, hay menos restricciones, más aglomeraciones de gente, etc.». También influye que «la vacuna ha dejado de hacer efecto porque hace tiempo que no nos hemos vacunado». A su modo de ver, no es necesario tomar medidas, pero sí insiste en la importancia de que haya una buena ventilación, vigilancia y vacunación; así como utilizar la mascarilla en determinados contextos, como en los hospitales.

Desde Atención Primaria han recordado que la pandemia ya se ha dado por concluida y la COVID-19 ha pasado a ser una enfermedad común. Por este motivo, ya no se realizan test de antígenos a todos los pacientes que llegan a la consulta, se deja a criterio del médico. El verano pasado había 4.150 casos activos en julio, pero se realizaban muchos más tests que actualmente, por lo que los datos no se pueden comparar.