Los operadores de ‘InfoCOVID’ trabajando en la sede de can Valero. | Jaume Morey

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Desde que decayera la emergencia sanitaria por la COVID-19 están revirtiéndose las últimas normativas o estructuras creadas ad hoc para la pandemia. En Balears, ha dejado de existir la atención telefónica InfoCOVID, un número a través del cual se informaban los ciudadanos de todo lo relacionado con el virus. Los trabajadores encargados, una plantilla de unas 130 personas contratada por la empresa pública Gestión Sanitaria y Asistencial de Baleares (GSAIB) viven el proceso con inquietud.

Y es que este cambio implicaría su cese si no fuera porque desde el IB-Salut han considerado interesante mantener la estructura para dar un servicio similar: el InfoSalut Connecta, una centralita telefónica de cita previa e información sobre servicios y trámites sanitarios.
Si hasta ahora los trabajadores dependían del GSAIB con un contrato de obra y servicio por emergencia COVID, al decaer ésta se les ha ofrecido una reconversión. Según fuentes del IB-Salut, ahora pasarían de ser personal laboral a estatutario y se regirían por el estatuto marco del Servei.

Entre los afectados reina la inquietud, muchos desconocen los movimientos y sólo ven cómo «nos obligan a firmar una baja voluntaria», dicen desde el anonimato. Han acudido a un bufete de abogados para conocer sus derechos pues aseguran que pierden la antigüedad y con la subrogación no les hacen fijos; y que el cese no implica ningún finiquito. «O firmas la renuncia o te vas a la calle», comentan.

Desde el IB-Salut defienden que se han dado todas las explicaciones pertinentes. El contrato ofrecido es de un año que sería el plazo de consolidación del proyecto y «lejos de empeorar las condiciones laborales, las mejoran notablemente», señalan. En este sentido, por ejemplo, advierten de que tendrán días para asuntos propios o beneficios sociales como becas o compra de libros. Por otra parte, «las vacaciones no las pierden», aclaran. «Las pueden coger la mitad del año que queda del 2023».

Ante la opción que ha ofrecido IB-Salut, estos 130 trabajadores pueden aceptar o renunciar. Se desconoce cuántos de ellos han rechazado el nuevo contrato y cuántos lo aceptan de forma voluntaria. En cualquier caso no hay finiquito porque así es como funcionan los contratos de obra y servicio, advierten. A los empleados les aconsejan ir firmando para ver con posterioridad qué reclamaciones se podrán realizar.

El apunte

Problemas con la actualización de los horarios

La inquietud de la plantilla no sólo pasa por desconocer qué pasará con las vacaciones pendientes, que el IB-Salut ya ha dicho que se salvaguardan, también se quejan de la falta de información respecto a sus horarios de trabajo. «Nos los pasan de una semana para otra, el último ya ha sido de un mes, pero es difícil conciliar o hacer planes», lamentan.