Turistas paseando por el carrer de Sant Miquel. | Jaume Morey

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Tras el parón por la pandemia, el turismo ha resurgido, y, con él, el problema de la masificación turística. Pese a que el Consell de Mallorca promulgó una moratoria por la que no se concederán más plazas turísticas en cuatro años, lo cierto es que ya se contabilizan nueve municipios en la Isla con más alojamientos turísticos (incluyendo plazas hoteleras y de alquiler vacacional) que residentes. El caso más flagrante es el del municipio de Sant Llorenç des Cardassar, con 27.532 plazas turísticas y apenas 9.035 residentes en 2022.

Comparando el informe de Exceltur, publicado este martes de los principales destinos en 2022 con sus consiguientes plazas turísticas, y los empadronados oficiales ese mismo año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), resultan las cifras que evidencian la masificación de algunos puntos de la Isla. Además de Sant Llorenç, Muro, con 19.058 alojamientos turísticos y 7.667 residentes. Santanyí también rebasa el doble de plazas para turistas (26.703) que empadronados (12.321), al igual que Alcúdia, con 41.215 alojamientos y 22.717 residentes. En la misma línea se sitúan Pollença, con 25.360 estancias turísticas y 17.126 habitantes; Capdepera, con 22.796 plazas y 12.081 empadronados, Santa Margalida, con 19.898 alojamientos y 12.776 ciudadanos, Calvià, con 68.478 estancias y 52.458 residentes y Son Servera (15.252 plazas y 11.752 empadronados).

Otros municipios de la Isla se quedan a las puertas de equiparar la población residente con las plazas para turistas. Es el caso de Manacor (45.352 residentes y 25.338 alojamientos) o Llucmajor (38.722 habitantes y 17.995 plazas). En Palma se contabilizan 57.413 plazas, pero cabe tener en cuenta que es uno de los principales núcleos que acoge visitantes del resto de enclaves.

Evolución de las plazas turísticas en Mallorca

El problema no es nuevo, pero se incrementa año a año. Las plazas hoteleras en la Isla han ido en aumento desde hace décadas. De media, desde 1960, cada temporada se han aumentado. Destacan, por ejemplo, los años 2000, 2010, 2015 y 2017, en los que se sumaron 6.434, 3.384 y 9.526 nuevas plazas, respectivamente. Mallorca empezó el nuevo milenio con 261.424 alojamientos en hoteles. Ahora, 23 años después, la cifra asciende a los 307.686, a los que hay que sumar 103.339 plazas de alquiler vacacional (en el año 2000 apenas había 3.641). La nueva Ley de Turismo, aprobada por el Govern el año pasado, promulgó una moratoria de cuatro años en la concesión de licencias para nuevas plazas turísticas. Así, Mallorca se mantendrá, en principio, con los 411.025 alojamientos con los que contó en 2022.

Evolución de los alojamientos hoteleros en Mallorca desde 1908.
Plazas de alquiler vacacional en Mallorca.

Cabe recordar que las previsiones turísticas para este año apuntan a una cifra récord de visitantes, que superaría las llegadas históricas de 2019, año en el que llegaron a las Islas 16,45 millones de turistas. En la Feria de Turismo de Berlín -la más importante del sector a nivel mundial- Armengol resaltó que «la temporada turística viene fuerte, gracias a que la recuperación ha sido vertiginosa en todos los aspectos y, lo más importante, ante una coyuntura donde impera la paz social por todos los acuerdos alcanzados, entre ellos el convenio de hostelería». Sin embargo, la masificación sigue siendo tema de debate, tanto en la calle como en la esfera política. Una de las promesas de la campaña electoral de Més per Mallorca ha sido la de acabar con la promoción turística institucional.