Imagen de archivo de la ce3lebración de Nochevieja en Palma. | Miquel A. Cañellas

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La sociedad encara las primeras Navidades sin restricciones y hay muchas ganas de fiesta. El ocio nocturno refuerza personal y mercancía ante, lo que se prevé un boom de público. A solo un días de Nochebuena, ya se han vendido de media más del 75 % de las entradas de las discotecas de Mallorca. En algunos locales incluso están rozando el lleno. Se esperan días de mucha juerga.

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Hace justo un año se exigía el pasaporte COVID y no estaba permitido bailar en la pista. Eran las restricciones por el coronavirus vigentes en Baleares en diciembre de 2021. Solo abrieron algunas discotecas en la noche del 24 al 25 de diciembre, pero, tras la difusión de varios vídeos evidenciándose aglomeraciones, las discotecas optaron, «por responsabilidad» por cerrar la noche del 31 de diciembre, pese a tener entradas vendidas, en pleno auge de la sexta ola de coronavirus. Mucho han cambiado las cosas en un año y las restricciones ahora suenan, cuanto menos, lejanas. Ahora en las discotecas vuelve a haber aglomeraciones y no se requiere ni de pasaporte COVID ni siquiera de mascarilla. «Hay muchas ganas de fiesta, tanto por parte del público general como de empresarios del ocio nocturno», destaca Miguel Pérez-Marsá, presidente de la Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento (ABONE). El mismo advierte y pide a las Administraciones mano dura ante el incremento en esta época de fiestas ilegales en locales sin licencia y en domicilios privados, actividades que proliferaron durante la pandemia y que, denuncia Pérez-Marsá, «aún continúan hoy en día».

El sector percibe estas fiestas como un importante empujón económico y esperan que ayude a sobrellevar una época de difícil coyuntura económica, entre la inflación y el duro impacto que supuso la pandemia (el ocio nocturno estuvo cerrado por imperativo legal durante casi dos años) que aún siguen arrastrando.