Juan Antonio Corbalán. | Teresa Ayuga

TW
0

Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954) es un exbaloncestista de élite (jugó en el Real Madrid) y médico cardiólogo. Fue uno de los mejores bases europeos de la década de 1980 y de la historia del baloncesto español. Es licenciado en Medicina por la Universidad de Madrid y, como tal, ejerce la profesión de médico especializado en Cardiología. Ayer impartió una conferencia invitado por la ABEF para hablar sobre cómo funcionan los grupos humanos con el parangón de los equipos deportivos para retener talento y lograr la máxima motivación.

¿Cómo analiza la interacción entre los fundadores y las segundas generaciones?
—Hay que gestionar bien esta barrera para que la empresa tenga éxito. Entiendo que la actitud personal es fundamental. Asimismo, en este cambio generacional hay que contar con profesionales externos como consejeros para buscar las mejores soluciones ante los retos que tiene que afrontar la empresa. Hay que evitar que la familia se anteponga a la profesionalidad.

¿La pandemia ha tenido un impacto negativo?
—La pandemia del coronavirus ha demostrado la necesidad de contar con empresas atípicas deslocalizadas y que funcionan con proveedores y clientes diferentes. El reto de la empresa familiar es contar con equipos atípicos para hacer frente a esta coyuntura.

¿Qué papel estratégico tienen las nuevas generaciones?
—En una empresa familiar, las nuevas generaciones, al estar más formadas, tienen un papel esencial para implementar y actualizar la empresa.

¿Hay que saber gestionar el talento?
—Una empresa merece tener grandes equipos para ser competitivos. Estos equipos no crecen de forma aislada y conforman una parte de la cultura de hacer las cosas. Es por ello, que hay que saber gestionar el talento y que cada uno sepa su rol en la empresa. Sin empatía, el talento no es suficiente.

¿Hay un símil entre un equipo deportivo y una empresa?
—Los buenos equipos pueden perder si las cosas se hacen mal, pero también hay equipos no tan buenos que hacen bien las cosas y ganan. Hay similitudes entre el deporte y la empresa.