Las luces de Navidad animaron las compras. | Teresa Ayuga

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La imagen del domingo en Palma es la de una calle del centro de la ciudad a rebosar de gente paseando por la tarde o la de una cola de coches intentado acceder al centro comercial aprovechando que este domingo era un día de apertura comercial.

Los comerciantes están decididos a aprovechar el tirón de compras del Black Friday, al menos hasta Navidad, y a pesar de que aún falta un mes para las fiestas navideñas, los profesionales del comercio abrieron las tiendas para mantener la racha de ventas.

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Una vez que se apagó el día, las calles del centro de Palma se llenaron de gente, especialmente aquellas en las que hay comercio abierto, como es el caso de la Plaça d'Espanya, la calle Sant Miquel o Jaume II, así como las inmediaciones de la calle Unió y el Born, donde los grandes comercios de ropa comparten espacio con cafeterías y bares a los que ir a tomar un refresco, un café o un chocolate con churros.

El sector comercial ha sido uno de los más afectados por la prolongación del verano. Las elevadas temperaturas de este año han hecho que las ventas de prendas de abrigo hayan caído en picado, por lo que la apertura de estos domingos es la oportunidad para dar salida a este producto antes de la Navidad y de que comiencen las rebajas.

Pese a que este domingo fue un día más frío de los que se han vivido estos meses, muchos ciudadanos salieron a dar un paseo por el centro de Palma animados por las luces navideñas, por el mantenimiento de algunas ofertas del Black Friday y por las ganas de ir haciendo compras de los próximos regalos de Navidad.