Toni Gelabert, padre e hijo, cuarta y quinta generación de ‘forners’ en una imagen de archivo de la Pastisseria Real, de Palma. | Amalia Estabén

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El 72% de los ciudadanos de Baleares asegura que compra el pan en panaderías y solo un 23 % lo hace en los supermercados. Así se desprende de la última encuesta realizada por el Institut d’Innovació Empresarial (IDI) dependiente de la Conselleria de Transició Energètica, Sectors Productius i Memòria democràtica. El 64 % de los encuestados afirma que compra pan de forma diaria o entre 3 y 4 veces por semana. Aunque la ingesta de pan se ha reducido en Baleares, su consumo sigue estando por encima de la media del Estado.

Si la población encuestada dice la verdad, la subida media de un 10 % en el precio de pan en las obrerías de Baleares no ha minado el consumo de este alimento básico. Tras tres años con el precio del pan congelado, los panaderos han optado por subir un 10 % el precio de venta al público para paliar el aumento del coste de producción que se ha disparado un 50% como consecuencia directa del incremento del precio de la electricidad, pero también de materias primas como el trigo a raíz de la guerra de Ucrania.

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Este lunes 17 de octubre arranca la Semana Mundial del Pan. Con motivo de la efeméride, el IDI y la Associació de Forners i Pastissers de les Illes Balears han programado toda una serie de actos para dar visibilidad al sector y fomentar el consumo de pan tradicional entre la población. Cabe recordar que existe en Baleares el sello de calidad ‘Pa d’Aquí’ al que ya se han adherido 303 establecimientos: 234 en Mallorca, 43 en Menorca, 23 en Ibiza y 3 en Formentera.

Las panaderías y pastalerías que lucen la marca ‘Pa d’Aquí’ deben tener un obrador y un mínimo de un 70 % de sus productos de elaboración propia. Se quiere así evitar la competencia directa de los supermercados y grandes superficies. Además, para formar parte de la marca, es obligatorio ofrecer como mínimo dos variedades de panes típicos de las Islas. Se consideran variedades propias el pan payés (blanco o moreno), el pan de xeixa, el llonguet, el panet d’oli, las galetes fortes de Ibiza, la galeta d’oli, el coc, la magraneta y la viena.

El sello 'Pa d’Aquí, forn i tradició' distingue el pan tradicional del industrial, apostando por un producto saludable y de proximidad y por el consumo circular. No en vano son muchos los antiguos obradores que han ido echando el cierre en los últimos años por la falta de relevo generacional debido principalmente a la pérdida de rentabilidad por la competencia directa de los supermercados y colmados. Además de adherirse a la marca propia, algunos de los obradores más antiguos de Mallorca han entrado en los distintos catálogos municipales de Comercios Emblemáticos.