Imagen de archivo de una inmobiliaria. | ROMÁN G. AGUILERA

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Comprarse una casa o un piso en Balears cuesta cuatro veces más que hace 27 años. ¿Por qué ha subido tanto el valor de los inmuebles? Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, explica que hay que tener en cuenta que «estos valores son nominales, sin tener en cuenta la inflación, el aumento año tras año de los precios que altera su valor real». En este sentido, precisa que «los 591,6 euros de 1995 se convierten en 1.061 euros en 2022, un incremento del 89 % por el paso del tiempo y el incremento del precio de la vida». Por tanto, «si comparamos ambas magnitudes en términos monetarios de 2022, resulta que el precio de la vivienda se ha incrementado de 1.061 euros a 2.630,6 euros, aumentando un 148 %». Dicho de otro modo, «el valor de tasación de un inmueble en euros de 2022 se ha incrementado 2,48 veces».

Monserrat expone que una primera conclusión que se puede extraer de esto es que «invertir en vivienda libre es una buena forma de batir a la inflación». Además, añade que hay otros factores clave a la hora de explicar el «espectacular incremento de precios inmobiliarios de las Islas». Uno de ellos es que «la oferta limitada de viviendas, tanto por lo limitado del territorio como por otros factores, entre los que destacaría la inseguridad jurídica y las trabas burocráticas a la construcción, combinada con una demanda en constante crecimiento. Estos son, desde mi punto de vista, los principales causantes del incremento del precio de la vivienda».

El citado economista menciona que en «el debate sobre el incremento del precio de la vivienda privada se suele soslayar el papel que debería jugar el sector público. Además de generar una normativa inmobiliaria estable en el tiempo, que se adapte sin cambios bruscos, y la mejora de los procesos burocráticos que eternizan el inicio de las obras, se debería haber creado ya un parque de VPO de alquiler, que permitiera el acceso a la vivienda a colectivos que no quieren o no pueden comprar». En este punto, precisa que «las VPO en propiedad pueden generar un mercado negro en las ulteriores ventas totalmente indeseable».

Por su parte, la presidenta del Colegio y la Asociación de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Baleares (API), Natalia Bueno, atribuye el encarecimiento del precio de la vivienda porque hay poca nueva y «en la mayoría de promociones los precios son inalcanzables para la mayoría de la población». Además, destaca que «la presión demográfica sigue ascendiendo por la oferta laboral, y mientras siga habiendo trabajo y poca vivienda en oferta, los precios no van a bajar».

¿Se debe limitar el precio de la vivienda?

Montserrat expone que «pretender limitar el precio de la vivienda suena bien en el argumentario público y fatal en su aplicación a la realidad». En concreto, argumenta que «genera distorsiones en la oferta, como la limitación del ya escaso número de viviendas a disposición del mercado (se construye menos si los precios regulados no compensan los gastos y el coste de capital), al tiempo que incentivan el mercado negro (vender a un precio más alto con dinero opaco fiscalmente). Los precios en un mercado con competencia son información, no un capricho. Alterar la información no crea más oferta, genera más problemas».