La presidenta de la FEHM, Maria Frontera, acompañada por los presidentes de todas zonas turísticas de Mallorca. | M. À. Cañellas

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Una semana después de la aprobación del decreto ley turístico, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) y la Agrupación de Cadenas dieron a conocer este viernes su valoración sobre un aspecto clave de la nueva norma: el bloqueo de nuevas plazas turísticas durante cuatro años. El silencio de los últimos siete días ha servido para poner de manifiesto las tensiones internas en la patronal, de ahí que la presidenta de la FEHM, Maria Frontera, arropada por los presidentes de todas las asociaciones hotelera de la Isla, anunciara la total oposición del sector hotelero a la moratoria que impulsa el Govern.

«La FEHM no se caracteriza por el intervencionismo, sino que es proclive a escuchar y analizar para contribuir al desarrollo de Mallorca, en particular, y de Balears, en general. Por ello, se mantiene la apuesta del sector por la circularidad y la sostenibilidad pero se rechaza la moratoria en plazas turísticas, dado que limita la libertad de mercado y frena la sana competencia. Pedimos reflexión y que el Govern rectifique», señaló.

Aclaró que la patronal «es contraria a un mayor crecimiento pero ya había un mecanismo para evitar esto, por eso no se entiende la imposición de una moratoria, que lo único que va a hacer será impactar negativamente en los estándares de calidad y alejar al sector de la vanguardia al obligarnos a reducir plazas turísticas que son un patrimonio empresarial». Lamentó haber asistido en los últimos días a «un espectáculo mediático, donde se ha denostado la imagen de un sector que es de los que más compromiso ha demostrado en los últimos años con la circularidad y la sostenibilidad». Añadió que «no nos gusta que nos utilicen» y enfatizó que «no era necesario correr tanto en la aprobación de este decreto ley».

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Asimismo, criticó el objetivo «ideológico y electoralista» del Govern tras aprobarse el decreto ley. «En estos momentos se debería de estar hablando de cómo mejorar la conectividad y las zonas turísticas; así como de las dificultades de los empresarios para contratar personal, en vez de estar en un debate improductivo», señaló Frontera. Al mismo tiempo resaltó que «hace falta una reflexión sobre la decisión de introducir una moratoria para plaza turísticas, además de una rectificación, porque los perjuicios son mayores que los beneficios a nivel de todas las Islas».

Pese a la oposición a la moratoria turística, manifestó la voluntad del sector hotelero de «querer seguir trabajando de forma rigurosa y colaborativa con el Govern y con todos los partidos, que conformar el arco parlamentario para que, tras el trámite en el Parlament, la futura ley responda como lo que debería de ser, un elemento de progreso que permita seguir siendo líderes». No quiso entrar en valorar si había división entre los grandes hoteleros y pequeños ante la normativa.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, valoró la respuesta de la FEHM en un tono crítico. «La decisión del Govern es una apuesta por la calidad y la sostenibilidad, no por la cantidad y rentabilidad. El anuncio de la moratoria el pasado día 11 es de sentido común, ya que se quiso evitar el efecto llamada como ha ocurrido en anteriores decretos que no fueron consensuados por los Govern del PP en pasadas legislaturas», afirmó.

Valoró positivamente la predisposición de la patronal para negociar la sostenibilidad y circularidad «porque el objetivo de todos es que el turismo siga siendo el motor económico y que la sostenibilidad ambiental nos convierta en un destino líder y de calidad». No quiso hablar sobre las tensiones internas en el seno de la patronal hotelera.