Cola de recogida de alimentos en Palma durante los primeros meses de la pandemia.  | Jaume Morey

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La Conselleria d’Agricultura ha dado por concluido el plan de choque que puso en marcha después del confinamiento de marzo de 2020 para comprar directamente alimentos a cooperativas y distribuidoras de las Islas. Con ello se aseguraba el mantenimiento de éstas, cuando hoteles y restaurantes estaban cerrados y, se dotaba –también– a entidades y comedores sociales. El plan tuvo tres fases y la última terminó en diciembre. Así se había comentado previamente aunque ha sido ahora cuando representantes de varios comedores sociales han mostrado su alarma y han contactado con este diario para exponer su situación.

Desde una de estas entidades que organiza reparto de comida (y que ha pedido que no se cite su nombre) se ha indicado que aunque existen otras fuentes de subvención con cargo a la Conselleria d’Afers Sociales y otros programas específicos, la realidad es que los dos años de la COVID han hecho aumentar la demanda. Algunas de estas entidades están intentado una prórroga de este sistema de compra directa por parte de la Conselleria d’Agricultura del Govern balear.

El balance

En la conselleria que dirige Mae de la Concha conocen la inquietud de las entidades sociales y aseguran que existen otros acanales. Explican que, durante las tres fases del plan de choque, se compraron directamente 1.584 toneladas de alimentos frescos, concretamente de fruta y verdura, carne y leche. A la compra se dedicaron 1,7 millones de euros y el programa ha beneficiado a, aproximadamente, 63.000 familias de Balears. El programa queda en suspenso pero, según estas fuentes, eso no quiere decir que no pudiera volver a reactivarse en el caso de que fuera necesario.

«La situación actual no tiene que ver con la de entonces, la actividad se ha recuperado y los canales de distribución han ido recobrado lo que perdieron en 2020 y 2021», indican. El programa no se limitaba únicamente    a las entidades sociales. Hoteles, bares y restaurantes absorbían antes de la pandemia más del 70 % del producto local de Baleares. Agricultura, además, puso en marcha un programa de ayudas a pequeñas y medianas empresas de alimentación.

El apunte

El tercer sector recuerda que sigue la crisis

Representantes de las entidades del llamado tercer sector recuerdan que la crisis no sólo continúa sino que puede agravarse. Por ello reclaman atención permanente ante cualquier escenario de actuación de la era post COVID. Desde el Govern balear se insiste en que se han tomado diversas medidas, que existe una ley que garantiza ayuda permanentes y que los Presupuestos de este año son eminentemente sociales y centrados en la reactivación. También destacan la existencia de la renta social y de otras ayudas permanentes.