La población empezó a acudir este miércoles también a los centros de salud (en la imagen, el de Son Rullán) para recibir la vacuna contra la COVID. El personal del GSAIB atiende a los pacientes en la sala de espera antes de entrar en la consulta. | Pilar Pellicer

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La alergóloga de Son Espases, la doctora Sendy Chugo, explica que hay hasta cinco moderadores en la campaña de vacunación, a cargo de la gerencia de Atención Primaria, destinados a resolver las dudas de aquellos que acudan a inmunizarse. Aún así, en Son Espases «estamos saturados», confiesa. Si los pacientes no consiguen resolver sus dudas terminan pidiendo cita con el especialista. Y es lo que han hecho muchos enfermos inmunológicos o con alergias graves. El servicio de inmunología de Son Espases, y la revisión a cargo de esta alergóloga que depende de Otorrinolaringología, llevan meses resolviendo una avalancha de dudas sobre si se pueden o no vacunar, y con qué suero.

Según la doctora Chugo, los pacientes «no deben llegar hasta aquí, tienen que seguir un circuito pero no funciona bien». El usuario del sistema de vacunación debe rellenar un cuestionario y, en caso de inconvenientes, pasan a los moderadores que son médicos de familia.

La sobrecarga no ha afectado a las agendas de alergología porque «yo los he tenido que valorar por otro circuito», dice. Y también se ha notado en el servicio de inmunología.

El jefe de esta unidad de Son Espases, Jaume Pons, reconoce que «tenemos muchas consultas de pacientes con alteraciones inmunológicas». Una sobrecarga que empezó hace unos meses, pues al ser pacientes incluidos en los grupos de riesgo, «la mayoría ya están vacunados». Antes de recibir su pertinente dosis de Pfizer, apremiaban al personal sanitario «muchas veces en el mismo pasillo o por teléfono», para resolver dudas. Y frente a la mayoría de las consultas hechas cabe aclarar que «no hay contraindicaciones para este tipo de pacientes porque en esta vacuna no se inyecta el virus vivo atenuado», explica el experto.

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Sin embargo, destaca que «puede ser que su respuesta inmunológica no sea tan alta como la del resto, que no les proteja igual», aclara, «pero se recomienda igualmente».

Respecto a si les conviene más un tipo de vacuna que otra, «no hay estudios hechos». El doctor Pons asegura que «más adelante se verá si es mejor orientarles hacia una u otra farmacéutica».

Si bien ya no reciben tantas peticiones de este tipo, lo que ven ahora «son dudas de la reacción a la vacuna entre gente que pueda ser alérgica».

Y es que si bien la mayoría de personas que presentan una alergia, cerca del 90 %, no tiene ninguna contraindicación, sí pueden darse «casos puntuales» en los que habría que estudiarlo. «Ha habido alguna reacción puntual, pero nada grave, ni más allá de lo descrito en la ficha técnica», advierte el experto.